Sonata de verano (IV)
Me reñía mi abuela en agosto, cuando volvía yo a su casa, sudoroso y con la sonrisa bien dibujada en la boca, como un niño que aún se relame de cuanto acaba de disfrutar, justo a la hora de comer. “Ah, bobón, ya has estado trillando otra vez. ¿No ves que ése es su trabajo? Y mientras tanto ellos, tan ricamente a la sombra. ¿A que sí? Como vea a la María, me va a oír, me va a oír”. “No te enfades, abuela, si me encanta trillar con los burros”. Y le decía entonces yo a mi abuela nada más que toda la verdad.
Existe un paisaje que a todos avasalla sin duda para rememorar los días felices de agosto en el pueblo de Segovia: el cegador esplendor de la era en verano, el rubísimo mar de oro puro que parecían las mieses deslumbrantes, extendidas por todo el erial bajo el clarinazo del sol en la mañana. La señora María, con sus ropajes negros y largos siempre, su ancho sombrero de paja sin cintita de color alguna, bajo el que ponía un pañuelo blanco que le colgaba hasta los hombros. Sus labios tan resecos y exangües, por el calor y por la edad, sus ojos oscuros, hundidos al fondo de las cuencas. Tenía a su cargo un hijo mayor, y no estaba muy bien de la cabeza el pobre, así que a ella le tocaba bregar en la era. “¿Anda, quieres ponerte un poco con los borricos, majo?”.
Y se abría entonces para mí un mundo entero y del todo nuevo, sentado sobre el duro tablete del trillo, dando sólo vueltas y más vueltas al círculo de la mies, en un tiempo sin Tiempo, con aquellos dos burros parsimoniosos y remisos, que me miraban de lado, puede que algo neuróticos ellos mismos, filósofos achicharrados al cabo ellos también en la era verdadera, por obligarles nosotros a darle tantas vueltas a la cosa.
Me daba la señora María a última hora un chorro del agua del botijo que se guardaba a la sombra de la montaña de paja. Ella misma me lo inclinaba desde lo alto y como no sabía yo del todo beber en botijo, me atragantaba un poco y me rebullía el agua pescuezo abajo. Asomaba entonces al rostro de la señora María una sonrisa de dientes desiguales y cariados, pero la risa también le rejuvenecía mucho de golpe el rostro. Nunca jamás licor alguno me ha sabido tan rico como aquel agua calentorra, que a mí me parecía fresquísima.
Cómo explicarle a mi abuela entonces que no me importaban nada ni el mazo del sol en la era, ni siquiera el pegajoso sudor adosado al pañuelo largo, acoplado a su vez al sombrero de paja de la señora María, que ella misma se quitaba y me encasquetaba en la cabeza sin posible discusión. Cómo contarle que esa mañana me había creído yo un indómito vaquero de novela de Marcial Lafuente, trajinando por desérticos parajes de Arkansas, que cruzara con el ganado el mismo río Pecos, sólo que era éste el río amarillo y reluciente de la parva sobre la era. “Abuela, no te enfades, anda, si me encanta trillar, si me voy a comer ahora mismo todos tus fideos, ya verás”.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
3 comentarios:
Tu tierno relato
me recuerda veranos
de infancia cuando
las sensaciones son infinitas
y descubres la vida
con cada paso,
un saludo
Un precioso relato que me ha hecho evocar mis veranos en el pueblo en casa de mi abuela.
Era el trillo para mi, un mágico trineo donde era la princesa del cuento. ¡Gracias!
Amigo,
Ante todo mi saludo cubanísimo.
El comentario que traigo no corresponde al post, sino a una noticia que vi y que creo tu y tus amables lectores merecen conocerla.
Es una buena noticia.
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VALIENTE EL HOMBRE
FELICITACIONES A NORUEGA!!!
*SI NO HAY IGLESIAS EN ARABIA SAUDÍ NO HAY MEZQUITAS EN EUROPA*
*Reciprocidad*
Noruega ha prohibido a Arabia Saudí financiar mezquitas mientras no permitan construir iglesias en su país.
El Gobierno noruego ha dado un paso importante a la hora de defender la libertad en Europa frente al totalitarismo islámico.
*Jonas Gahr Stor*, ministro de Asuntos Exteriores, ha afirmado que se rechazarán las donaciones millonarias de Arabia Saudí y varios empresarios musulmanes para financiar la construcción de mezquitas en Noruega.
Según dicho ministro, las comunidades religiosas tienen derecho a recibir ayuda financiera, pero el gobierno noruego, excepcionalmente y por razones lógicas, no apoya la financiación islámica con cientos de millones de euros.
*Jonas Gahr Stor* apunta que “sería una paradoja, y antinatural aceptar las fuentes de financiación de un país donde no hay libertad religiosa”.
El ministro también afirma que “la aceptación de ese dinero sería un contrasentido”, recordando la prohibición que existe en el país árabe para la construcción de iglesias de otras religiones.
*Jonas Gahr Stor* también anuncia que “Noruega llevará el asunto ante el Consejo de Europa” donde defenderá esta decisión basada en la más estricta reciprocidad con Arabia Saudita.
POR CIERTO; ESTA NOTICIA CASI HA PASADO DESAPERCIBIDA EN ESPAÑA DONDE, ANTE EL TEMOR DE REPRESALIAS, LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN… PREFIEREN CALLARSE… !!!
*Esto debe de saberse, hay que difundir lo más posible. Así debiera ser en todas partes.*
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