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viernes, 6 de junio de 2014

A la att de Santi Abascal (o de otro joven conocido y no izquierdista)




   Éste es también su momento. Nada tiene que perder y es casi seguro el Éxito. El guión de la Sociedad del espectáculo que vivimos pide a voces un antagonista en la Función, la contrafigura que dé la réplica escenográfica al Pablo Iglesias triunfante. También por el propio Principio de Arquímedes, sobre el que paso de abundar ahora.
     
   Buena parte de la fama y los apoyos por éste alcanzados,  además de en ser, muy misteriosamente, mimada criatura de las televisiones, en su inusual destreza retórica e iconográfica delante las mismas y en su mensaje flamígero, estriba sobre todo, ante unos apolillados políticos, en la novedad radical de su figura, que concita por sí sola el alud de esperanzas que el aura de pureza de todo prometedor actor joven y agraciado sobre las tablas luciéndose despierta. No está él, en medio de la crisis pavorosa, gastado por ningún pasado previo, excepto por sus rancias ideas, pero éstas… qué importan hoy.
     
   Es obligado el consumado dominio de la pantalla y de la retórica, claro, y aunque también con el tiempo eso se perfecciona, es ineludible machaconamente adiestrarse y embeberse en ese arduo aprendizaje. No es imprescindible “copietear” el modelo pabloiglesiano, esa automática retahíla imparable de los lugares comunes y las extremas demagogias características de la izquierda dura, más propias desde luego de un decidido agitador profesional que del escepticismo, la mesura y la continua duda que se le suponen a un profesor universitario. Incluso puede que escenográficamente sea más eficaz, como en las películas, un estilo contrapuesto, austero, mesurado y sobrio, pero necesariamente dotado, para que resulte el mismo atrayente, de indesmayable aplomo, de hondas resonancias emocionales y de ricas connotaciones simbólicas para aquellos a quienes ese mensaje vaya destinado.
     
   No queda otra, a la inversa que en el prototipo “pabloiglesiano”, que aprehenderse y aprenderse los clásicos motivos anti-izquierdistas, machacarse de memoria los datos reales que continuamente los hacen buenos, y con determinación y brillantez una y otra vez exponerlos. A menudo en los debates, obsérvese, además de acreditar haberse preparado bien el asunto, más que rebatir un punto lo que hace sobre todo Pablo Iglesias es como sea colocar su sensacionalista disertación… previamente muy pensada y entrenada.
      
   Prepárese y emplácele al público debate. Por mucho que las difíciles situaciones a que la crisis económica aboca a miles de personas sean la ola tramposa sobre la que él a favor cabalga, mírele confiado a los ojos y afróntele: “a mí no puedes darme tú lecciones de sufrimiento, tres generaciones de mi familia venimos siendo amenazados de muerte por esos heroicos luchadores a los que tú tanto admiras, han pintarrajeado y destruido mi comercio y el de mi familia varias veces, me han enviado gatos muertos a casa, me han telefoneado su odio en medio de la noche, han pintado dianas de muerte sobre mi caballo, me han insultado, han gritado a coro deseando mi muerte, me han acosado a mí y a los míos, he visto a mis amigos morir asesinados como perros por la espalda durante años y años, nos han hecho vivir en un gulag durante decenios… a mí no puede usted, lindo profesor, darme lecciones de nada”.

       
   Dígale que bajo el disfraz de utópicas palabras, los resultados de las políticas que predica son siempre los mismos: miseria, opresión e indignidad para todos, excepto para la NOMENKLATURA, esa CASTA mortífera y monolítica que sus esquemas llevan implícitos. Llénese de coraje y de serenidad a la vez, hágalo y verá como una mayoría social, que no es okupa, que sabe sólo trabajar y ser responsable de sus actos, que construye y no destruye, hallará silenciosamente en usted la brújula y la referencia que consciente o inconscientemente en este momento difícil de España anhelan.  




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

6 comentarios:

César dijo...


Esperamos como agua de mayo a ese joven o no tan joven, cuyas uñas no estén tiznadas de negro carbón de las minas B y que, no importa tanto si de derechas o de izquierdas, sepa comprender las necesidades de la sociedad, responsabilizarla en el trabajo, el esfuerzo, la contribución común a fin de que, en la misma dirección, rememos todos.

José Antonio del Pozo dijo...

No, Cesar, yo no creo en los Grandes Hombres, creo más en la solidez y el ejemplo de las instituciones y de los valores que informan a una sociedad, pero ahora hace falta ejemplo, sí, y el guión de la Sociedad del espectáculo mediático exige un joven contrapuesto al demagogo leninista que tanto éxito obtuvo.
Hay dineros Bes y dineros Bes, dineros venezolanos y demás. ¿Remar todos en la misma dirección? En una soc moderna y compleja eso es imposible, esas son ideas del Podemos falsete.
saludos

César dijo...

Estoy de acuerdo en lo primero, en la solidez y el granito de todos. No tanto en que no podamos, en las cosas principales, tener una visión elevada y no rácana y partidista

José Antonio del Pozo dijo...

Yo me refería, César, más a las personas que a los partidos: es normal que haya intereses diferentes. Por supuesto me parece que los dos grandes partidos deben acordar cuatro o cinco cosas esenciales, y más en tiempos crudos, y en el resto legítimamente diferir.Gracias, César.

Bucan dijo...

Pablemos es un necio agitador populista que vende crecepelos que dejan a uno calvo.

De hecho, si no fuera por su pasado y su perfil, que se sabe comunista y bolivariano, podría haberse pensado que está de coña, que es una sátira sobre los disparates comunistas que nunca han funcionado en parte alguna. O sea, proponer todo tipo de dislate a modo de burla. Pero él lo dice en serio y hay gente que le cree.

De todos modos, es muy difícil el debate con un necio. Como suele decirse, te tienes que rebajar a su nivel y ahí te gana por goleada.

José Antonio del Pozo dijo...

No sé, Bucan, yo creo que de necio tiene poco. Otra cosa es que me parezca peligroso