Cuando acabamos de disfrutar un
libro, una peli, una obra de arte que por completo nos ha entusiasmado, nos ha
extasiado… no sé, deberíamos suspenderlo
todo, no exponernos durante un
buen plazo de tiempo –siete días al menos en absoluta soledad y oscuridad,
quizás meternos en una cueva bien profunda sería buena idea- a cualquier otro estímulo, a cualquier
otro surtidor de sentidos, a fin de que la crucial experiencia y el maravilloso contenido recién obtenidos,
adentrándose únicos y crujientes, enteros, se posaran lentamente, se adensaran,
permearan, impregnaran a conciencia –nunca mejor dicho- y con plenitud todos y
cada uno de los recovecos y de las circunvalaciones cerebrales de nuestro
pensar y de nuestro sentir, para que allí se alojasen para siempre
fertilizándolos y colmándolos, y no
envolver y mezclar de inmediato ese éxtasis espiritual, así empequeñeciéndolo, disolviéndolo,
olvidándolo, entre la ristra habitual de imágenes chocarreras y bobadas en
pantalla continua en que la vida postmoderna consiste.
111 ROSAS o EL LIBRO DE LAS AGRIDULZURAS. 301 pgs. 12 euros.
ARGUMENTO
Un cincuentón, un poco a la deriva en el nuevo orden amoroso, buscando su lugar al sol: Ironía siempre, belleza y caos, ilusiones y ternura, risas y lágrimas, amores y traiciones... la VIDA a chorros, my friend.
CONTRA-REEMBOLSO, 15 E
A la dirección (PUEDE SER TAMBIÉN la del trabajo, o la de un establecimiento público que conozcas, una OFICINA DE CORREOS, por ejemplo) de España que desees. PÍDEMELO aquí, o en mi correo: josemp1961@yahoo.es
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