Buena amiga en las redes e inteligente lectora de mis tres obras, esto me
puso Delia en el Muro:
Buenos días, José Antonio: ¿no es el
momento de dejar de considerarte escritor sin nombre? Cuando comento a los
amigos una de tus obras, ¿les digo que es de un escritor sin nombre?
Y me dio que pensar. Que a veces el mío parecerá el Muro de las
Lamentaciones, ya. Claro que sólo yo sé cuánto me cuesta, entre tanta
mediocridad a todo pasto promocionada por Grandísimas Editoriales, el uno a uno
–dentro de unas cantidades totales discretísimas, que sólo aspiran a cubrir los
gastos de edición- ir dando luz a mis criaturas literarias, tan preciosas como
necesitadas ellas, mis 111 ROSAS ahora. (Y los cortes que
te pegan, que es que muchos te hacen creer que y ni siquiera leen lo que aquí
escribo). Tengo nombre, Delia, claro.
Lo que no tengo es Nombre. Y eso
hoy, el no tener Contactos, el no tener Padrinos, lo tengo más que comprobado
en carne propia, que casi nadie da una oportunidad al LIBRO de alguien desconocido,
te condena –si quieres mantener vivo tu sueño- a dar y dar la matraca aquí y
allá con tu libro a cuestas, que no creas que no acaba por cansarte y a veces
humillarte. Soy escritor, no pedigüeño, me entran ganas de gritarle a los
siete vientos. Podría escribir otro libro, bien triste, sólo contando esas
descorazonadoras desventuras y malandanzas. Es lo que hay. Hay pocas personas
como tú, Delia. Gracias por pedirme mis tres libros, y por hablarles de ellos a
tus amigos, gracias de las de verdad, amiga mía.
111 ROSAS, EROTISMO, AVENTURAS, DIVERSIÓN, 301 pgs, 10 E, envío incluido. TE
REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ. Contáctame.
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