¿Es la cara el espejo del alma? No siempre, vale. Pero muchas veces, sí. Y en este caso esta cara nos parece el espejo de un sin alma, esto es, de un desalmado. En esas facciones como en fino acero galvanizadas, en esa mirada glacial, en esos morritos desdeñosos, estaba ya todo, diríamos. El tipo que, con el letal #Covid aún enseñoreándose sobre el mundo, nos ha puesto a todos al borde de la #TerceraGuerraMundial.
Ni el Bardem psicópata de “No es país para viejos” resulta más inquietante que este angelito de la muerte.
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