Los primeros ministros de Polonia, Eslovenia y Chekia tuvieron ayer el valor de plantarse en un Kiev cada vez más cercado y devastado por las bombas putinianas, y en persona solidarizarse de verdad y darle la mano al símbolo viviente de la resistencia democrática ucraniana, el presidente Zelenski, actor y escritor. En realidad esa triple presencia lo que sobre todo delata es la escandalosa ausencia de los restantes mandatarios europeos. ¿Dónde quedaron tantas ovaciones y caritas de pena de los parlamentos europeos? ¿Dónde están de verdad Borrell, Van der Leyden, Johnson, Macron, Merkel, Draghi, el secretario general de la ONU, el de Amnistía Internacional, las Celebrities Mundiales, los Capitostes Sindicales, las Femen, los Pacifistas de ocasión, el Papa Francisco y demás celestial tropel de comprometidas personas por un mundo mejor?
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