¿Debe un escritor sin Nombre regalar su diario trabajo –sus análisis, poemas, artículos, relatos, críticas, reseñas, inspiraciones- a cambio de nada? Este que aquí lees lo hizo a menudo –y aquí abajo están las pruebas, no hay más que asomarse tiempo atrás un poco- y me consta que fui por ello muy seguido, leído, “megusteado” y comentado. ¿Cuántos lo han agradecido solicitándome mi libro, nada caro y más que digno, es decir, cuántos de verdad me han hecho sentirme escritor? En fin. Por y para cada uno de estos, si la tecnología lo permitiera, lo seguiría haciendo encantado et amore. ¿Debe el escritor regalar su diario trabajo? No hablo de textos alrededor del libro, hablo de textos autónomos, quede claro. Más el drama añadido de que el escritor sin Nombre, penosamente, vale lo que vale su última criatura, es decir, lo que esta se difunda o no, nada más. Help.
No hay comentarios:
Publicar un comentario