Descanse en paz, Fernando Sánchez Dragó, un buen escritor, un fantástico inspirador cultural. No es día el de hoy para discutirle declaraciones desastrosas. Lo es, creo, para sentir tristeza por su pérdida, la de una persona creativa e irrepetible. Escribió la monumental “Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España”. Con él van muy delicados recuerdos de toda una generación, los de la iniciación y familiarización con el gusto y el deleite por los libros. Hmmm, cómo se le agrandaba al pipiolo que uno era el alma viéndole y escuchándole, con pasión y rigor aunados, hablar de libros. Todo está en los libros, todo está en los libros, en su vainica doble, sí, que en Dragó era como mínimo cuádruple, tal era la pujanza de su urdimbre. Inimaginables hoy aquellos maravillosos "Encuentros con las letras"… ¡en televisión! Inimaginables, por la regresión cultural que habemus, claro. Gracias, Fernando Sánchez Dragó.
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