#SantosInocentes ¿Queda un sólo niño o niña en España que sin doblez alguno crea que unos Reyes Magos del Oriente, a lomos de sus camellos, de nuevo atravesarán los crudos desiertos, las cumbres heladas y las parameras infinitas hasta meterse por la ventana en su casa y así dejarle alguno de los regalos de los que en su CARTA él o ella les escribirá? Seguro que alguno sí. A esa INOCENCIA me AFILIO yo. Y sí, mi Libro de los Besos es también llamada a la caricia, a esa suavidad e inocencia plenas que sólo los niños conocen, a una cierta elegancia delicada del alma, a un mundo dulce al que sólo se entra por la nariz y desde muy cerca, por el abrazo estrecho, por entre las sedas y las yemas de los dedos, por entre las músicas que te brotan de las manos, sobre el tumulto que te alborota el corazón.
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