¿Por qué, obteniendo idéntica remuneración y soportando igual carga de responsabilidad y trabajo, existen en los hospitales enfermeras en general diligentes, cordiales, afectuosas, profesionales, eficaces, encantadoras, serviciales y balsámicas como ángeles y existen también enfermeras hoscas, desabridas, ineptas, antipáticas, remolonas, híspidas, adustas y agrias como ellas solas? Les darías a unas el corazón como muestra de gratitud, les darías a otras una coz en los morros, si pudieras.
Y del otro lado lo mismo: ¿por qué existen pacientes –y sus familiares- insoportables, exijentones (con J, sí, que ellos “exijen”), maleducados y groseros como estúpidos impacientes y pacientes benévolos, comprensivos, colaboradores, amistosos, mansos como corderitos amables? Merecerían convalecencia de hierro unos y rápido restablecimiento otros.
Nos vale el ejemplo para todas las profesiones y sexos, claro, sólo que aquellas más vocacionales y que más tienen que ver con el cuidado de la salud esencial parecen ponerlo más en evidencia. Lejos de utopías igualitaristas que proclaman una igualdad injusta, sería uno mucho más partidario de una utopía meritocrática, por la que obtuviera cada uno el fruto debido a su capacidad y a la virtud de su obrar. ¿No es Justicia más el dar a cada uno lo suyo que el dar a todos lo mismo?
Post/post: gracias a Portal de mis desvelos, a Hiperión, a Zorrete Robert, a Xad Mar, a Natalia Ortiz, a Old Nick, a Inés Serrano, a Mónica, a Lobo Solitario, a Donaire Galante por hacer ayer el blog conmigo, GRACIAS
13 comentarios:
La experiencia hospitalaria, en mi caso que no en mi persona, hace que no pueda opinar sobre los segundos. Todos los enfermeros que hubo alrededor de la situación, que fueron muchos, fueron los profesionales más amables y cariñosos con los que tratamos y hablo de cinco servicios diferentes. No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos. Y sí que vi enfermos y, sobre todo, familiares de enfermos que eran para tirarlos por la ventana.
Salu2
Las enfermeras, a las que ya dedique un articulo hace ya mucho tiempo, son en su inmensa mayoría amables, cariñosas y profesionales de las cuales guardo un cariñoso recuerdo. No diría igual de algunos enfermos y acompañantes que dejan mucho que desear. Mi admiración para las enfermeras y también para los equipos médicos en su conjunto, aunque como en todas las actividades, hay algún caso aislado que rompe la regla.- Saludos blogueros.-
Pues tienes toda la razón, que de las dos cosas hay, mi crianza me exige ser de los buenos pacientes y la verdad es que ellas ponen siempre todo de su parte, para mi desgracia necesité de sus servicios varias veces y ellas respondieron maravillosamente
Un abrazo
Totalmente de acuerdo contigo, José Antonio, hay profesiones en las que se debería tener en cuenta el trato que se da a los demás, y sobre todo, las profesiónes que se llevarían la palma son las relacionadas con la salud, porque no hay nadie más necesitado de cariño y atención que una persona enferma o angustiada.
Un abrazo
Creo que la sanidad no puede basarse en la "vocación". La sanidad pública con las Administraciones como empresarias, es un bluff. El que puede, va a la privada, porque en la privada, el paciente es un cliente y en la pública, es un estorbo.
En las empresas públicas de sanidad, si palmas o el diagnóstico es erróneo, da lo mismo, los empleados cobran lo mismo. En la privada, si palmas, pierden un cliente y si hay muchos diagnósticos erróneos, se acaba sabiendo y no va nadie y se arruinan.
PS- Veo que usas Linkwthin como artículos relacionados. Me atrevo a sugerirte que uses Outbrain, es fácil de instalar y además te da una relación diaria de estadísticas interesante y que sorprende. Incluso genera más páginas vistas.
Y es que tiene que haber de tó!!
A los hospitales, toco madera, solo voy de visita, y por afectados muy directos. No me gustan, me ponen nervioso. No entiendo, y por ello mayor es mi admiración, cómo se puede trabajar en un hospital voluntariamente. Un tío carnal mío es médico vocacional, y el caso es que es un gran tipo.
Un abrazo
Menos mal que vuelves, porque la sensación de ahogo, con tanto populista peronista, perista y patotero (palabro que habrá de usarse con más asiduidad) por doquier, empieza a ser preocupante.
Lo que dices es algo parecido a por qué hay tanto troskysta payaso como Javier Sardá y tan poca gente tipo Vargas Llosa que no se avergüence de su condición y entidad.
Soy furibundo partidario de dar a cada uno o una lo suyo. Una bonita utopía, ya lo sé, pero por mí no va a quedar hacer lo que pueda, en la medida de mis posibilidades.
Un abrazo.
Supongo que valorarías la profesionalidad, el acierto en el diagnóstico, la suavidad con la que te introducen la aguja o lo que quiera que te introduzcan...y no la sonrisa profidén. Lo digo aún coincidiendo en el fondo con lo que escribes.
Por estos lares es famoso un doctor además de por sus conocimientos por las contestaciones que daba a sus pacientes. En una ocasión una señora se mostraba preocupada por la cesarea que hubieron de practicarle (era ginecólogo, lo has averiguado) y el doctor, percibiendo su estado de ánimo le espetó: "non se preocupe, señora, voulle deixar unha cona como unha de quince anos".
Traduzco: "No se preocupe, señora, voy a dejarle un coño como una quinceañera."
A mi me echó una bronca de cuidado por llegar muy justo al parto de mi segundo hijo (mi mujer, fue la parturienta, aclaro). No me atreví a decirle que su enfermera no se había atrevido a despertarle y llevábamos allí los tres más de una hora.
Y sin embargo todo el mundo lo buscaba en las dificultades.
Era por poner alguna pega a tu impecable escrito y que no te vengas demasiado arriba...
Ya puestos, yo le daría el doble a quien despacha 700 cartillas al mes, en soledad, mientras en el turno de la mañana despachan las mismas 700 entre dos. Eso es medible, la sonrisa y la amabilidad pueden no serlo.
de todo tiene que haber en la viña del Señor. Saludos
Así soñábamos en Cuba que iba a ser, el sueño diseñado versaba: A cada quien su necesidad a cada quien su trabajo.
Pero cuando se pierde la voluntad de servicio y cobra igual el de la jeringa que el del martillo, entonces...
En México me ha tocado ver amabilidad distante, el pediatra te trata bien, te cobra mejor y si te enfermas en madrugada o en domingos su tfno estará fuera del área de servicio. El lunes vuelve la sonrisa y se cobra el cheque. Eso de no enfermarse niños en domingo o días no laborables me mata un cacho.
Bueno que siempre se me borra el comentario contigo.
Decía que en Cuba soñábamos que a cada quien su necesidad a cada quien su trabajo, que así sería pero hoy mi amiga pediatra cobra menos que un taxista.
En México la pediatra cobra por mi amiga y dos más, sonríe y cobra. En fin de semana ni ríe, ni aparece, en días laborables tampoco.
Me asusta extender el cheque entre semana, pagar sonrisas que no aparecerán ni en tfno, ni en email, ni en los centros espirituales.
Aquí vengo yo hoy , aprovechando que el tema está reciente en el blog para homenajear a “ La Muy...Benigna" , acompañante de enfermos en hospital de los que ves pocos, pocos, por no decir ninguno.
Abnegada figura, eficaz organizando el caos, amorosa y presta al halago tierno en los momentos duros, durísimos, inasequible al desaliento, saco de las desdichas de otros, siempre correcta, siempre animada, nunca hundida, playa de náufragos incapaces de continuar luchando contra el salvaje temporal...“ La Muy ....Benigna" ( galdosiana ella donde las haya) se merece un Potosí , un país de Jauja, la cueva de Alí Babá para ella sola...y los demás...los demás necesitamos un millón de vidas para agradecerle su paso por el mundo. Yo tengo un poquito de suerte...Soy la hermana de “ La Muy... ( y algo galdosiana , también)
Saludos
Muy bonito homenaje, sin duda. Gracias
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