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martes, 15 de mayo de 2012

En el Día de la Batalla


   
    He dormido mal, claro. Tras ese sueño inquieto desperté convertido en un gran cansancio. Tengo además  los nervios como las bailarinas del Lago de los cisnes los pies. Estoy como Billy Elliot antes de pasar aquella terrible criba delante del Jurado. Sólo es la mierda de un partido de pádel a las diez de la noche en un club de los suburbios madrileños, con el puesto 108 de un ránking mierdero en juego, me digo en alta voz, descendiendo al lenguaje elemental que hoy se lleva, sólo por tratar de tonificarme algo. No es trabajo, es sólo deporte. No es nada en lo que me vaya la vida. Hay mil cosas por las que de verdad angustiarse. Es de verdad ser del género bobo, concluyo, sin encontrar remedio a mi neurosis.
  
    He jugado en estos dos años largos que llevo padeleando unos cuarenta partidos de ránking. Entonces, ¿a qué esta estúpida desazón? Sí, creo que se debe a los recientes pésimos entrenamientos de que te hablé. Eso si que antes nunca me había ocurrido. Conoces tus límites, desde luego, pero también crees bien fundadas  tus capacidades. Si de golpe pierdes éstas, notas como el suelo se abre a tus pies. ¿Miedo a envejecer? Miedo también a que por mi culpa Javier, mi compi, se avergüenze,  sin decirlo, de mí.  Jugamos encima contra unos tíos duros de pelar: Marek, el vikingo que vino del frío, fuerte y compacto como un roble en su juego, y Luis Mariano, correoso e infatigable cual termita cullonera.
   
    De sobra sé que está el mundo entero, nuestra nación, mi propia vida atravesada de peliagudas preocupaciones, como corresponde a la propia ley de la vida. Yo creo, pensándolo un poco, que sin querer exagero la nota de la mortificación que me produce el jodido partido contra Marek&Luis Mariano para enmascarar mejor el cirro de angustias que a uno le constituyen. De las íntimas, de las que todos llevamos por dentro, de esas no me atrevo ni a hablar. Del desasosegante partido de esta noche, sí.  No sé, lector, creo que el blog puede también servir para ventilar estos fantasmales y a la vez reales asuntos. Te lo reconozco sólo a tí: estoy cagado. Marek&Luis Mariano, como si fueran hannnibal lécteres , esta noche me esperan.
   
   Mañana, si puedo, si sobrevivo, yo te cuento. Ellos no tienen ni zorra de que el mindundi al que van a pasar por encima, con los mismos frágiles y finos dedos con que empuña la pala, escribe sobre ellos en el Viento de la ciberesfera. Alea jacta est. Perdóname, Javier, tío.   



Post/post: gracias a Juante, a Cesar, a Hawai05, a Juan Carlos, a Lobo Solitario, por bloguear conmigo y así darme su ánimo para el día de hoy, GRACIAS.

5 comentarios:

Winnie dijo...

Animo y a por ello José Antonio. Un beso

Unknown dijo...

Hola José Antonio; Seguro que Marek&Luis Mariano, están tan acojonados como tu, lo que pasa es que no te lo van a decir y ni por asomo lo van a insinuar siquiera. Lo que debes hacer tu, sin ningún rubor. De esa forma tienes la mitad del partido ganado. ¡A por ellos ! Suerte.

César dijo...

Aprovecha el factor responsabilidad. Los buenos, por serlo, están obligados a ganar, lo que les confiere un extra de responsabilidad que seguramente inmovilizará su brazo y te concederá chance. Eso sí, si esa parejita es de las que salen por la puerta a pegar a la bola y entran como si tal cosa, apaga y vete.
Siempre te queda acordarte de aquel célebre Barón que decía el muy cojo que lo importante era participar.
Pero tampoco hagas mucho caso a las declaraciones; si dicen que son muy buenos, no te preocupes, lo mismo decía Zapatero de la Banca española.Ánimo.
!Arriba, escuadras, a vencer!!

BEGO dijo...

A LA BATALLA SIN MIEDO....ÁNIMO!!!!

José F dijo...

Suerte, que esto ya está ganado.

Salu2