A pocos años se habrá uno asomado tan confuso y flojo de ánimo como al
dudoso horizonte de este que ahora encentamos. Un Hamlet de suburbio perdido entre la niebla, así estoy yo, que
cantaría Sabina, ese pajarito. La
venganza y el Mal de los Kirpatrick,
podríamos padelianamente decir. La Historia, que no es
como la esperábamos, cabría también cariacontecido recitarse, a lo Gil de Biedma. Todo eso que tú y yo, lector,
sabemos, para qué apurar más espurias gracietas. Friolento y mohíno, sobrevuelo
de mal agüero hacia atrás al inicio del Año
13 los contornos cibernéticos del territorio de Mío blog: seiscientos sesenta y siete -el número de la Bestia más uno, diablos- textos escritos, y cuando digo textos
escritos, tú y yo, lector de blogs, sabemos a qué me refiero.
Oh, Dios, me siento como si yo solo hubiera escrito la Biblioteca misma
de Alejandría… en vano. Una montaña
de inútil hojarasca. Peor aún: al menos la hojarasca-que-chasca crepita, tapiza
los parques y los valles, ocupa un lugar apreciable, y aunque fuera sólo por su
propia pudrición, funcionarios municipales sin paga extra han de ocuparse de
ella. Su rastrojo quemado al menos perfumará algún cielo. ¿Qué lugar ocupa un
blog? Ni el de la cabeza de una simple aguja en medio del universo infinito.
Contemplo todo lo que llevo escrito, el trabajo y el tiempo y la dedicación,
más la dudosa inspiración que me ha llevado el hacerlo, como una montaña de
humo levantada por una boba sombra, sepultada además en una región inaccesible.
No, no busco piadoso lector mío, escogido entre los escogidos –tan pocos
somos- tu aplauso cómplice, no debes regalar más mis oidos, por favor. Puede
uno tenerle fe a lo que hace, pero si los demás no le dan un mínimo valor, le
flaquea por momentos el vigor propio, incluso para contentarse con el onanismo. ¿Vale algo lo que la gente está dispuesta a sacrificar por ello? No me creo más
que nadie, sólo veo y leo lo que a diario en los medios profesionales se
publica. Entonces, tanto trabajo mío no reconocido... ¿Para qué? ¿Sería mejor, lector, ocultarte toda esta penosa desazón?
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada,
pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)
11 comentarios:
Al menos a mí tu blog me resulta de absoluta prescripción y necesaria rehabilitación de todo lo cibernético que se me va acumulando a mi pesar y por desgracia. Vuelvo a repetir: recalé en él viniendo de una especie de best-seller mediático, turiferario y soplagaitero donde los haya, de triste recuerdo y peor sustancia.
Establezco parangón con el desdichado asunto afectivo de hoy en día: la mediocridad del baboseo feisbukero frente al soliloquio total de la incomprensión y el desasosiego más injusto y cruel. Definitivamente, la puta y cruda realidad ni tiene que ver con la prensa, ni con el cine, ni con la literatura y, muchísimo menos, con lo que siempre usa nuestra imaginación para traicionarnos con inusitada y reiterada vileza.
Un abrazo y muchos ánimos.
Don Juante dice:" Al menos a mí tu blog me resulta de absoluta prescripción y necesaria rehabilitación de todo lo cibernético que se me va acumulando a mi pesar y por desgracia. Vuelvo a repetir: recalé en él viniendo de una especie de best-seller mediático, turiferario y soplagaitero donde los haya, de triste recuerdo y peor sustancia"
Ande, no sea malo y díganos de que sitio se trata. ¿Vale? Gracias.
Es por lo del morbillo. Ya sabe.
Leido el “BOBO” y los post de los últimos meses de don José Antonio, creo que empiezo a conocerlo mejor que a muchos amigos. Lo jodido es que empizo a sufrir con él y como él la injustica que supone este extraño tamizador de la literatura en particular y el arte en general.
Me repito:
Busque usted la satisfacción en su Obra diaria. No busque fines. El criterio de los que premian la literatura y la suben a los altares de la intelectualidad es muy diferente al de los lectores. Ellos buscan que las obras que pasan por su editorial las lea mucha gente y a la mucha gente la pones a comprar libros ( que no necesariamente a leer ) con una güena inversión en publicidad.
¿Cuántos clásicos de nuestra literatura serían hoy perfectos anónimos con los criterios de selección que tienen las editoriales actualmente?
Feliz 2013. Que haya Salud y Musas.
Nada de aplausos complice ??.
Yo no se que opinión tiene de mis comentario, pero yo de complice nada, por la sencilla razón de que ni me va, ni me viene.
Queda claro !! yo escribo aquí lo que opino y si te doy animo es, por que creo que estas de bajón, así que o levantas el animo o me aburro de decirlo, o quieres que loooo griteee..saludos..
Siga escribiendo para poder leerle.
CLAVE: Duro y claro.
Las formas... tal, pero el fondo tiene su punto constructivo.
Hay veces que todos necesitamos una fria espuela machacando nuestros costados.
No te digo nada de mi mujer que es de la tierra de María santísima, como le sienta esto del número trece, la bicha vamos.
Un abrazo desde Caledonia
Muchos son los llamados y pocos los elegidos... A la lectura de su producción literaria, claro está. Y es que no se hizo la miel para la boca del asno, y en esta época no se valora en su justa medida el trabajo artesanal, el realizado con cariño, amor esfuerzo y tesón.
Hoy triunfan las recetas precocinadasy de consumo rápido, estlo 50 sombras y demás. Libros de sala de espera.
Ánimo José y sigue deleitándonos con estas historias tiernas, humildes, cotidianas que siempre consiguen arrancarnos una sonrisa.
Muchos son los llamados y pocos los elegidos... A la lectura de su producción literaria, claro está. Y es que no se hizo la miel para la boca del asno, y en esta época no se valora en su justa medida el trabajo artesanal, el realizado con cariño, amor esfuerzo y tesón.
Hoy triunfan las recetas precocinadasy de consumo rápido, estlo 50 sombras y demás. Libros de sala de espera.
Ánimo José y sigue deleitándonos con estas historias tiernas, humildes, cotidianas que siempre consiguen arrancarnos una sonrisa.
Sospecho que estás en la fase de "y para qué coño todo esto!" Y no es el 'para qué', es el 'por qué'. Y el 'por qué' me lo tuitaste una día: porque te mola. Y no hay razón de más peso que hacer lo que a uno le mola.
Un abrazo
En este océanos de redes con estudios breves de una realidad sencillamente compleja o complejamente sencilla, me arrimo cada vez más al calor de bitácoras con sello, con análisis, con amor a las palabras.
Felicidades, sinceramente. Mis más sinceras felicidades.
De 2013...siento que me asomo a un precipicio.
Glups
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