Pareciera una ley universal no
escrita el que los hijos construyen su personalidad adolescente por oposición a
la del Padre. Es decir, rivalizando y oponiéndose ellos de forma casi
inconsciente a su progenitor, y a sus ideas, que simbolizan en su mente el
represor Principio de realidad, abren así la necesaria distancia para
psicológicamente apañarse su primera “personalidad”. Algunos psicólogos
freudianos vulgarizaron esta idea con la manida expresión de “matar al Padre”, secreto deseo que al
parecer en todo hijo de manera oscura late.
Patrañas. Esta supuesta ley sólo se cumple, obsérvese bien, aunque
cierto es que en un considerable número de casos, entre los vástagos
pertenecientes a las familias derechistas. Así, ahora y siempre casi todos los
líderes de los partidos izquierdistas y la mayoría de cuantos intelectuales y
faranduleros supersolidarios que en el
mundo han sido y son, que de ese discreto encanto de la Burguesía provienen.
Como decía Francois Furet, “el
sentimiento anti-burgués a menudo nutre el conflicto padres-hijos”.
¿Pueden citarme un solo caso a la inversa, es
decir, el de personas que sean referentes sociales con ideas liberales provenientes
de un núcleo familiar izquierdista? ¿Cómo consiguen estos Padres, que a la vez
tanto fanfarronean de despreciar la institución familiar, tan extraordinario
consenso ideológico entre sus alevines, esa preciosa herencia ideológica que a
la perfección a sus hijos legan y que estos, encantados de la vida encima,
reciben y a su vez prolongan? ¿Qué fabulosos y maquiavélicos mecanismos de
represión y persuasión cultivan sobre ellos, qué ingeniería tan meticulosa
operan sobre las bellas almas de sus descendientes, que ni siquiera el natural
espacio a la rebelión paterna entre esos hijos brota? ¿Qué estupendos lavados
de cerebro desde la más tierna infancia sobre ellos no practican?
Recuerdo ahora, a bloggerpronto, la fenomenal confesión de Carmen Chacón en su biográfico documental acerca de cómo eran “A las barricadas” y “La
Internacional” las melodías que en su más tierna niñez sustituyeron a las
nanas de toda la vida antes de cada día cerrar ella los ojos. O la sorprendente
muñeca de Bibiana Aído, que, también según propia revelación, de
pequeñita le cantaba a ella, nada de al pasar la barca lo que me dijo el barquero, nada de eso, sino el himno guerrero de la
Internacional una y otra vez, una u otra vez. Se cumple así con germánica precisión industrial entre las
familias de Progreso el sobado dicho que reza que de tal palo tal astilla.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
9 comentarios:
Mis padres eran de los que "con Franco se vivía mejor". En mi formación tuvo una gran influencia los profesores, que por supuesto, inducían a un relato progre de la historia y de los hechos. Eran figuras a las que personalmente les daba autoridad y credibilidad, porque claro eran profesores, además los "grandes ideales" que establecía esta gente "tan de progreso", ¿cómo no comulgar con ellos?; hasta que tocas la realidad, y pasas de lo que "ellos dicen", a lo que "ellos hacen", y todas las contradicciones, manipulaciones que constantemente llevan a término. Asumir la responsabiidad de nuestra libertad, es mucho más duro que ponerla en un ideal, de una supuesta sociedad a la que dirigirnos en un supuesto que anhelamos llegará.
Yo no puedo soportar ver "El desencanto", de Jaime Chávarri, sobre la saga de los Panero y la predilección que destila hacia el majara hiperprogre de Leopoldo. Es cierto que una inmensa mayoría de izquierdosos provienen de familias burguesas, tipo Berlanga o Bardem. Pero ayer me detuve en un horror de telecinco: una chiquita buscaba a su madre, que la entregó en adopción hace 18 años. La madre tenía la mirada perdida y es una perdida. La hija, tras satisfacer su curiosidad de quién sería, dijo que pasaría -obviamente- de ella, a la vista de la degeneración materna (que se repite en otras dos hermanas desconocidas, de padres desconocidos). Ítem más (que diría el Herrera): con el divorcio expréss, ahora se dan muchos casos en que una parte deja colgada a la otra con la hipoteca y demás. Pero nadie apuesta por el compromiso a medio plazo.
Ambos son ejemplos de los nuevos modelos de familias aventados por la progresía galopante. Es decir, que la iniquidad humana se hace exponencial al instigarla, con independencia de la orientación política de la familia. Más adelante escribiré al respecto.
Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado arriba por D. Manuel. Por otro lado, me considero liberal -detesto todas las patrañas que me vendieron los progres- y soy de familia de lo más humilde. Creo que es mucho peor lo otro: los izquierdosos que tienen la vida resuelta y hablan de la pobreza como entelequia cuya praxis ignoran. Y son tan sectarios e inmorales (Bonald y Adriansens, verbigracia) que se pasan el tiempo diciendo no entender cómo puede haber gente trabajadora que vote al Pepé. Hostias, es que para ellos la democracia es ellos. Y lo demás y los demás están de más. Están llenos de resentimiento, odio y son más fascistas que los fascistas a los que critican y que se critican entre ellos.
Saludos
Suscribo tu comentario Juante. En mi caso, provengo de una familia rural y muy pobre, y ello favoreció la asimilación de una serie de ideas respecto a los "pobres y los ricos", "empresarios y trabajadores", toda esa dicotomía que tan bien manipula y dogmatiza la izquierda. En el fondo todo ese revestimiento de tolerancia, apertura, escucha del otro, no es más que el disfraz para al final imponer su dogma, y ya sabemos, los que nos apartamos de él, inmediatamente somos tildados de su etiqueta preferida "fascistas".
jAJAJJAJA, La mayoría de esos padres han sido de izquierdas porque no tenían el dinero suficiente para dejar de serlo y muchos de sus hijos siguen con lo de ser de izquierdas porque les ha resultado un muy lucrativo negocio.
Ser de izquierdas es la única manera de tener dignidad, mientras la iglesia católica no pida perdón por toda su complicidad, en los asesinatos perpetrados al conjunto de la sociedad, hoy sigue siendo como siempre el enemigo público número uno.
José Antonio,
Oño ¡ como tienes el patio de anticlericales ! Los leo, coincido con ellos en todo... y de repente es cuando, sin que la llamen a careo, le atizan a la Iglesia. Es algo asi como: "soy liberal, anti izquierda, tengo un criterio propio de las cosas..." (la cosa iba genial) y zas ! Guantazo con la mano abierta a la Santa Institución.
¿ No podrían/podríais sustituir donde ponen/poneis Iglesia por un Bardem, o un Fidel Castro o incluso un Henry Kissinger ? Porque no vale que estais/estan hablando en tiempo presente y de repente viajan al pasado a echarle en cara al Cuerpo Místico de Nuestro Señor que Isleño, el toro que mató a Manolete, pastaba cerca de una ermita.
Y no pretendo yo dar salida a una competición a ver qué agravios ponen ustedes en el tapete, para taparlos yo con mis desagravios... no es eso... se trata de ver la realidad que nos circunda, ustedes/vosotros avispados lectores de José Antonio, y verán que la ICAR aporta mucho valor añadido a nuestro derredor. Otra cosa es que se lleve la buchaca llena de prejuicios y fantasmas de infancia, como aquel que conocí, uno al que el cura no le dejó salir de monaguillo.
Saludos a todos. Misael
Educación para la ciudadania católica que bien suena, ¡que claridad de confusión!
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