(Quedan 4 días para el Día del Libro. El mío es LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS. Puede ser el tuyo también)
10 euros por correo ordinario. Personalmente dedicado. Pídelo en josemp1961@yahoo.es
Mi voz, en COPE, entrevistado por Cristina López Schlichting, sobre el porqué y el para qué de mi libro, cinco minutos
Me resulta fascinante también una
escena del primer tercio de la peli, cuando están curioseando, curioseándose
ellos también, alrededor del primer puente. El paisaje es luminoso y campestre
en toda su plenitud. Él está para acá y para allá emplazando la cámara,
probando las tomas. Ella está sobre el puente, bajo el techado aquel de madera
rojiza. Está intrigada por él, la vemos, por su cuerpo tan apuesto. Está
deseosa por observarle, él aparece y desaparece de su vista entre el puente, y cómo
a hurtadillas lo mira ella, qué bien expresa Streep su incipiente quemazón interna. Está además la escena
soberbiamente contada, pues, en efecto, vemos la inquietud de ella buscando la
figura de él, que, probando, probando, aparece y desaparece por un lado y por
otro. Hay un momento en que parece él haberse evaporado, fisgotea ella por
todas partes y nada… cuando de golpe aparece a un lado él con un ramillete de
flores azules que acaba de aunar allí como regalo para ella… y ella, socarrona,
ah, muy bonito, si no fuera porque... son
venenosas… entonces Eastwood, a
la vez desolado y muy cómico, deja caer a los propios pies el ramo, como si él
mismo se desmayara, como si con todo el equipo se cayera… y Streep rompe en carcajadas, era una broma, entre risas le dice, pero
es que se troncha, se parte, se dobla la cintura, ríe con todo el cuerpo
jubilosa, nos contagia su risa –habría que mencionar a la actriz española que
la dobla, pues lo hace aquí de forma portentosa-, le contagia a Eastwood, se miran y ríen juntos… Hum,
de la mano del humor, el vínculo del amor va abriéndose paso entre ellos.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
A Armando, un cuarentón de
clase media, un buen día su mujer le señala la puerta de salida de casa. Ella
ha encontrado a otro más alto, más fuerte y más guapo que él. “Aprende a
quererte y los demás te querrán”, le sentencia. Descubre entonces Armando, de golpe, su minusvalía
emocional: un paria en la tierra de los afectos. Ha de salir al mundo; a un
mundo, que por temperamento, le es ancho y ajeno. Cómo superar su desconcierto,
cómo sobrellevar esa zozobra, cómo suturar la herida… Cómo aprender a
re-armarse. En las asombrosas peripecias humorísticas, librescas y
sentimentales que le suceden, en ese cúmulo de emocionantes encuentros y
desencuentros… ¿hallará siquiera a medias Armando
su lugar al sol?
No hay comentarios:
Publicar un comentario