¿Que me toque la #Lotería? Con tu varita, tócame tú, mejor.
Me pido yo para hoy sólo la pedrea dulcísima de tus besos contra mi boca. La pedrea delicada de tus besos que, a fuer de salirte redondos, son capicúas. Con eso voy servido. Es lo mejor también para mi salud, que es hoy lo importante, ¿a que sí?. Pues eso, tus besos. Y, sólo si tú lo quieres, voy y te hago yo luego unos versos.
Las loterías son un instrumento anti-igualitario que consisten en pedir un poco de dinero a TODOS para acumular un mucho del vil metal sobre la cabeza de sólo unos POCOS, sin que éstos hayan hecho algo para merecerlo. El fortísimo arraigo emocional que la Lotería mantiene -además de en los muchos recuerdos que CONSIGO arrastra, recuerdos que nos constituyen- radica en el paralelismo que guarda con la Vida misma, tan expuesta a mil circunstancias súbitas y fuera de todo cálculo racional, que complican o facilitan, -y en la lotería el meollo intrínseco es que el mazazo ese puede ser sólo superbenéfico, en principio- la existencia de los hombres. La PROMESA que en sí encierra la lotería no es tanto la material como la ILUSIÓN -por eso viene en mano de niños- condensada al máximo de transformar (con una suerte de varita mágica) de un plumazo el orden pautado de nuestros días (una Revolución individualista y hacia arriba) y lanzarnos a una vida que imaginamos más plena… Como toda PULSIÓN egoísta, (la de ser Uno y nada más que uno Rico, para darse más tarde el festín inconcebible de ser también inmensamente generoso…con los nuestros, claro, que es impensable el reparto total) una vez puesta en sociedad, necesita, para hacerse tolerable, el ser maquillada. Así, con voz piadosa lanzamos al vuelo esas dulces psicofonías de que “ojalá caiga entre los más necesitados, me alegro por ellos y tal y tal”. El MAGNETISMO atávico que la Lotería atesora estriba en recrear en nuestro interior la dulcísima textura de una sencilla promesa: POR QUÉ no habríamos de ser nosotros esta vez –a pesar de las infinitesimales probabilidades de que ello acontezca- los elegidos de los dioses. Es en el fondo un SUEÑO, inscrito en la propia naturaleza imaginativa de los hombres, que les faculta para ir más allá de su ordinaria vivencia.
SOY ESCRITOR. 111 ROSAS: 301 pgs de humor, aventuras y sentimientos, 10 e envío incluido. Contáctame.
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