“… … Ya sé por qué se llama re…sonancia… … El tiempo estridente, que se hace eterno bajo el Gran Círculo Denso… Al fin, Jeannete. Los contornos de su rostro cansado, sus magnéticos ojos marrones arriba, tras las gafas, en vertical encima de los míos. Yooo soy rebelde, sin buscarlo tarareo para mis adentros. Muy bien, hemos terminado, dice. Me ayuda a incorporarme. ¿Hemos terminado?, me sale de los labios entonces sin querer, y sin querer nos quedamos mirándonos Jeannete y yo, con algo de náufragos arrojados a los soterrados confines del despoblado hospi. Quiero decir, ejem, me rasco el cogote, podrías, por favor, cuando acabes el turno, decirme algo sobre mi rodilla, cómo tú la ves. Eso, para mi propio pasmo, me descubro diciéndole. Los efectos del Imán más el heavymetal sobre mí han de ser. Para mayor pasmo mío, Jeanette se lleva la mano a la boca, se remueve el pelo… se sonríe azarada. Verás, José Antonio, es la primera vez en mi vida como radióloga que me ocurre algo así, no sé qué decir… Bueno, es que tú eres muy joven, sólo es por eso. Todo esto, para mi propio desconcierto, no sé bien cómo, pero es lo que me descubro yo, ¡yo!, proponiéndole. …Sonríe… Me queda una hora larga, me advierte sin mirarme… A la salida del Hospi te espero, le suelto… SI TE INTERESAN EL FINAL Y ESTE RELATO COMPLETO, SÓLO TIENES QUE PEDÍRMELO, CONTÁCTAME.
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