Después de la alegre cuchipanda que se trajo con Sabina&Serrat, que no sé yo si no llegarían, en poético menáge
a trois, incluso a besarse los morros morrocotudos los tres, pues si la una los
gasta de órdago, los otros de orgasmo
cejatero los gastan, a la prominente Kirchner
la Ladrona, claro, mucho se le ha subido el pavo. ¡Échale guindos ahora!
Vino primero lo de a sí mismo en la Casa Rosada presentarse en rueda de
prensa convertida en naif muñeca infantil, presta a venderse como juguetito a
todo aquel que quisiera comprarla. Hace, como se ve, la Señora, mercantilismo
fenicio hasta de su ridícula, por lo recauchutada y abotargada que se la ve,
efigie. El peronismo devenido en muñeco de trapo, sí.
Con todo, la muñeca “Cristinita”
trataba sólo de ser, a lo Catalina la
Grande, un trampantojo idealizador de la realidad, pues, en efecto, guardan
las trazas de la Kirchner, por lo
infladas, muchas reminiscencias comunes con las de una muñeca… porno: esa
bocota ávida, esos labios inyectados, esos coloretes y rímmeles delirantes,
esas facciones tumefactas y pringosas, esas uñas porcelanosas, esas crenchas burdeleras… más se
asemejan a las propias de un artefacto porno que al de un infantil juguete.
Se ve bien que los requiebros que los forretis Cantautores-protesta –que
por todo, menos por las mangancias de la
Kirchner protestan, tal es la ley que la profesan- dejáronle al oído mucho le subieron la
autoestima, pues, no satisfecha con requisarse Repsol manu militari,
ahora en público insulta y menosprecia al ministro español De Guindos, vejándolo como “pelado”.
El que toda una Presidenta de la República Argentina de esta pública
manera se despache da, mejor que ninguna opinión, la medida de la desdichada
época en que vivimos, esta en la que los carreteros tienen más educación que
las presidentas. Cuando te escribo, lector, el lindo Don Guindos, ese cráneo bruñido al sol de tantísimos títulos
académicos, ni mu le ha replicado a la
Kirchner, como si algo de masoquismo le atravesara con gusto el ánimo.
Y es que se las traga De Guindos
dobladas, pues, primero una Vela por
do termina la recta espalda los de la
Ceja le encasquetaron, y ahora, sobre la calva Kirchner la Ladrona le esparce su dorada lluvia presidencial. ¡Con
lo sencillo que sería mentarle el Dioni de
la Pampa, de cuyos ojones mineros debió sin duda la Kirchner in illo témpore deslumbrarse. Salga en defensa del
honor de su esférico melón, Sr Ministro,
o recabe al menos los buenos oficios de José Bono, que en aquestos menesteres y en estos dengues potingues
es él muy reconocido perito.
Post/post: gracias a Elena, a Jaime, a Lobo Solitario, a Trecce, a Xad Mar, por agrandar este blog con sus aportaciones, poir bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
2 comentarios:
Comparto la opinión, ésta es muñeca como lo fue Evita, lo malo es que parecen matriuskas y no parecen tener fin. Saludos J. Antonio. Gran escrito, como siempre.
Ya caerán de la guinda los dos: la bipolar y él.
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