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jueves, 17 de enero de 2013

Redes sociales y hooliganización


    
     Claro, la eclosión de las “redes sociales”, su instantaneidad, su vértigo, su apelación al instinto y a la ocurrencia inmediata, la “hooliganización” ideológica de la sociedad que las mismas procuran ha puesto en Crisis la tradicional forma del control y la conformación social de las mentalidades. Nunca los ensayos –los“tochos”-, los libros en general, los discursos trabados, extensos y argumentados, han sido más inútiles y más despreciados que ahora mismo. 59 segundos, 140 caracteres, eso es todo, que te pires, chaval. Es una regresión cultural en toda línea, claro, pero… es lo que hay. Y toda esa legión de “ingenieros de almas”, de tendidos corazones al sol, como ellos mismos poéticamente se autobatizaban, han perfectamente intuido la necesidad de reciclarse, de reorientarse, a la busca de mantener la ascendencia sobre las mentes, hacia lo que ahora es efectivo y se lleva… el Exabrupto, sí. Igual que antes decimos ahora, esta teoría podría meridianamente ser sostenida y demostrada con el análisis de cientos de hechos y artículos probatorios diarios en las páginas de un libro, salvo que a casi nadie interesaría un libro así, escrito por un pelanas sobre todo.





LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

3 comentarios:

NATURA PLANET dijo...

Nos acostumbramos rápido a las nuevas tecnologías, hoy por hoy no podríamos estar sin las redes sociales, ya no me veo escribiendo una carta de puño y letra a mi abuelo, las redes sociales es la mejor forma de comunicación, saludos.

Noumenadas dijo...

Estoy radicalmente de acuerdo contigo, José Antonio.

Pero voy a más (no a Mas, por Dios). Creo que aún está la peña obnubilada y noqueada por el impacto súbito del juego reunido geiper este de las redes sociales. Y apenas si sus víctimas propiciatorias tienen respiro como para realizar un mínimo análisis de la cuestión (cuestión utópica, por otro lado, pues, como bien se sabe, la capacidad de análisis de la grey y el rebaño global actual es inversamente proporcional a su implicación manifiesta en tan bestial -en sentido peyorativo- invento).

No; no le doy la razón al comentarista anterior. Las redes sociales están homologando a la baja, haciendo tabla rasa, apartando del auténtico mundo a todo el mundo, trivializando hasta límites insoportables cualquier mínima información o documento. La perversidad que conllevan -hablo sobre todo del fake-bus, que es la que conozco bien, es salvaje, brutal (como se dice ahora). Cierto es que despliegan todas las capacidades arteras, disolutas y disipadoras de quien previamente esté predispuesto, elevando exponencialmente el entrelazado morboso de la ausencia de privacidad, dignidad, pundonor y pudor. Pero también es cierto que no aportan nada relevante desde cualquier punto de vista intelectual, moral, social, cultural o comunicativo.

Hace unos días apareció en El País el siguiente artículo, que creo muy interesante sobre este asunto que -salvo posts como el de hoy- se tocan tibiamente, por intereses espurios y, sobre todo, por miedo a no ser políticamente correctos:

Twitter o Facebook

Es más grave de lo que parece: no solo están aborregando a las jóvenes generaciones, carentes de discurso y referentes en profundidad sobre cualquier tema, sino que están propiciando un nuevo tipo de sociedad acelerada hiperconsumista, hiperonanista e hipernula en todos los sentidos, menos en el de pegar el culo a la silla cuando no se duerme, junto al portátil, eso sí.

Felicidades por el post, breve pero contundente. Un abrazo.

Maribeluca dijo...

Hace tiempo que vengo diciendo que es como Puerto Hurraco, un terreno abonado para el populismo rampante donde el rumor y el cotilleo a menudo se toman como noticia sin la menor cautela y se multiplica inmediatamente por mil con la consiguiente repercusión en el "ambientazo" general; por supuesto es de las pocas cosas "libres" que quedan y no se trata de censurar, pero el libertinaje también tiene sus consecuencias y no se le deben dejar armas a un chimpancé fumao...en fin, es lo que hay.

Saludos y muy feliz año