Vistas de página en total

miércoles, 24 de abril de 2013

El Día en el que Julián Muñoz fue Clark Gable


     



    Lo cuenta así la canallesca, y si acaso del todo non é vero, al menos para los enfermos de ínfulas librescas como el muá, pero que muy ben trovato resulta. Acababa el tribunal allí mismo de leerle la sentencia que a prisión por largo tiempo le condenaba, agolpada sobre la que encima ya lleva. Cuentan que, tras escucharla, Cachuli un poco se derrumbó. Quedáronsele la mirada perdida, el bigote pálido, la boca pastosa. Pidió luego permiso al menos para recoger las medicinas y algo de ropa en casa. Quería en realidad despedirse en persona de su novia. El tribunal le negó también esa penúltima voluntad. Acaso sobre todo fuera esa justiciera minucia  lo que acabara de hundirle. Sintió de pronto el peso insoportable de los años sobre los hombros. Humilló la cabeza y cerró los ojos yertos un instante, como en el umbral de un oscuro túnel interminable.
  
   Fue sólo un instante. Le sobrevino ahí un golpe de entereza, como si un último rayo de aplomo ante su novia pudiera de alguna manera redimir los chorretones de una trayectoria cuajada de mangancias. Solicitó tras ese resplandor de luz interior una última llamada, como los condenados a la silla eléctrica.
     
   Y entonces, con su novia al otro lado del aparato, dedicadas a ella, pronunció las frases magistrales, las propias  de un héroe cinematográfico, como si al trincón Cachuli en un mítico Clark Gable el Amor lo hubiera transformado,  un fraseo insuperable, que ni el mejor guionista de Hollywood podría haber fabricado más logradas paraules para ese momento cumbre de la final despedida, las mismas que le invisten de una inverosímil dignidad y gallardía, casi de la hombría propia de un héroe legendario de García Márquez o de Juan Carlos Onetti. Con voz firme de gringo viejo, del todo ajeno a la autocompasión, imbuido del soberbio desapego del estoico más fatalmente lúcido con todo un orbe en ruinas a la espalda, esto le dijo a su novia: 

“Cuida de los perros. Haz tu vida. No me esperes”. 




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

4 comentarios:

Noumenadas dijo...

¡Uf, amigo José Antonio, esa imagen abigarrada en blanco y negro de "Vidas rebeldes", me puede! Me puede desquiciar, quiero decir.

Es el fotograma que mejor sintetiza el catecismo progre y, por ello, deberían ponerla -también- en bucle sinfín, a tirios y troyanos, para ver qué daño tan grande hizo el psicoanálisis al estulto "pensamiento alicia" de la engreída progresía. Tres carajotes bordeando a Marilyn, sin resultado lógico o productivo: preconizaba perfectamente la debacle de la comuna, empezando por ella misma.

Saludos.

Cati Serra dijo...

Ole José, ole y ole hoy si que que saco el pañuelo, pidiendo al tendido que te otorge una oreja... redondeó una entrada literaria de entrega y voluntad, que acompañó con dosis de valentia y de oficio aprendido, con dos soberbias estocadas de ejecución, aunque las dos probocaron vómito debido a que las espadas calleron delanteritas y un poquito bajas. Pero tamaña apreciación no es motivo para negarle un trofeo, a chaval tan cabal como hemos visto en el blog virtual de Marbella. En cualquier caso nos hemos quedado con ganas de verlo nuevamente pues la disposición en todos los tercios del fracasati (con todo el cariño de mundo), bien vale comprarle un libro. Quizás con el capote, haya que perfeccionar distancias y temple, pero con las banderillas tiene poderío, pureza, imaginación y frescor. Tanto que se nos vino a la mente el llorado Paquirri ex de la Pantoja. Con la palabra en Catalan, tiene sentido del temple y de la colocación, y hace el natural puro y largo. Alumno aventajado de la escuela del siglo de oro no le hace ascos ni siquiera a lenguas romances como el Italiano de Petrarca. Bien pronto salto hoy el espontaneo y vegano "Juante" amigo nuestro y por eso le perdonamos su pasión y sus volteretas y sus comentarios don tancredicos sobre progres. Muchos besos y que siga la fiesta.

que dificil la vida sin ti dijo...

Buenísima entrada para variar:-) pero, por favor, Maestro, blasfemias mejor no...
Un abrazo
Asun

Paula dijo...

Ayer Caballero Bonald en su discurso al recoger e Cervantes decía " Elegir un libro supone un ejercicio de libertad" Por qué no lo practicas y eliges “Historias de un Bobo con ínfulas" Te prometo que tu acto de libertad te va a provocar gran diversión. Saludos