Mío blog, mi Decameron, esto que lees,
es ya un océano. Con algún cofre de
tesoros descubierto y otros tantos por descubrir entre sus surtidos fondos,
espero. Ahí está, en todo caso. Todo ese trabajo. Más de 1600 textos, de los
míos, (unos 6500 folios, calculo), más de 6200 seguidores en Twitter, más de
808.000 visitas ya al mismo.
Escribir artículos, relatos, críticas, poesía, para cualquier medio que
te los pague, o escribir siendo alguien conocido, no tiene mayor mérito. Es una
ocupación profesional. Hacer eso mismo a diario encierra ya un indudable valor.
Escribir y echar al viento de la
ciberesfera día tras día esa escritura a lo largo ya de cinco años siendo nadie,
en fin, no es pequeña prueba de coraje y determinación.
Sé por tanto con seguridad que lo
que escribo se sigue en una proporción para mí más que notable, habida
cuenta del hándicap que supone hoy el desprestigio social que día a día sufren
la cultura y la palabra escrita, que si encima, en la Era de las Celebrities
bobas, es reivindicada por alguien que
no tiene nombre raya en lo insensato. ¿Pero se
valora, se aprecia mi escritura? Está por un lado el sobreentendido de la
gratuidad del internet, vale. En el próximo noviembre harán TRES años desde que frontalmente solicito a quienes con
alguna regularidad siguen mi blog que, como muestra de agradecimiento al mismo,
UNA VEZ me pidan –por 10 euros en
correo ordinario- un ejemplar de LAS
HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS, acaso lo más íntimo y valioso de cuanto
pudiera yo darles. ¿Es eso mucho pedir a cambio de lo ofrecido a lo largo de un
lustro?
Aunque durante este último año
otro puñado de valientes, cuyo gesto
de aliento a mi escritura nunca olvidaré así lo ha hecho, los resultados globales, para el número de personas que con regularidad
siguen el blog, son muy decepcionantes
para este escritor y sus pequeñas ilusiones. Duelen esa ingratitud y ese desprecio, y duelen mucho. Duelen de manera especial provenientes de
personas con las que habitualmente, con motivo de textos del blog,
interaccionas y te comunicas en las redes, de las que razonablemente esperas
ese mínimo impulso a lo más tuyo, los mismos que no dejan de alabarte lo-bien-que-escribes-Jose-sigue-así,
quienes incluso (no me refiero ahora ni a Antonia, ni a Manuel o Marichi) te habían literalmente asegurado que te
lo pedirían. Es muy amargo trago ese, desde luego, y más si… CONTINUARÁ MAÑANA (también, con la parte positiva, que la hay)
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
A Armando, un cuarentón de
clase media, un buen día su mujer le señala la puerta de salida de casa. Ella
ha encontrado a otro más alto, más fuerte y más guapo que él. “Aprende a
quererte y los demás te querrán”, le sentencia. Descubre entonces Armando, de golpe, su minusvalía
emocional: un paria en la tierra de los afectos. Ha de salir y abrirse al
mundo. A un mundo que, por temperamento, le es ancho y ajeno. Cómo superar su
desconcierto, cómo sobrellevar esa zozobra, cómo suturar la herida… Cómo
aprender a re-armarse como persona. En las asombrosas peripecias humorísticas,
librescas y sentimentales que le suceden, en ese cúmulo de emocionantes
encuentros y desencuentros… ¿hallará siquiera a medias Armando su lugar al sol?
4 comentarios:
Felicidades por el aniversario !
A por otros cinco.
misael
No veo gran cosa que celebrar. En fin.
¡Otro COFRADE Que Celebra Su "QUINTO ANIVERSARIO DE BLOG"! Yo Celebré El Mío El Pasado Julio Y El Éxito En Felicitaciones Y Visitas Fue APOTEÓSICO!¡DOS AMIGOS QUE TAMBIÉN ESCRIBEN Y PUNTO FINAL!
No Se Queje Pues Voacé, De Ser Un INCOMPRENDIDO SIN "TIRÓN", Que Lo Verdaderamente Valioso Es PODER PUBLICAR LO QUE UNO QUIERE Y COMO QUIERE.
LA CALIDAD NO SE IMPROVISA Y AUNQUE VOACÉ NO LO CREA, SIEMPRE ACABA POR IMPONERSE-
¡ÁNIMO PUES Y A SEGUIR EL EL TAJO, QUE ALGUNOS,-QUE NUNCA DEJAN COMENTARIOS-, NOS LEEN CON ASIDUIDAD Y AUNQUE SÓLO SEA POR ESO YO POR LO MENOS CONTINÚO SOLTANDO SONETAZZOS ALLA CORNAMENTA Y OTROS ESCRITOS. PERO LO IMPORTANTE ES EL PLACER DE ESCRIBIR Y POR ESO LO HAGO.
Un Cordial Abrazo.
Un Brindis Por La CRIATURITA Y SU PADRE, CON EL DESEO DE QUE CUMPLA MUCHOS MÁS.
Y
¡¡RIAU RIAU!!!
Que no me queje. Vale
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