Como dándole con el nombre el tuétano mismo de la cosa, con qué razón
los farautes delirantes bautizaron lo suyo, a lo Kafka, como “El Proceso”:
ese mismo clima de angustiosa pesadilla de cuyas tenebrosas tiniebla no parece
nunca salirse, ese ininteligible teatro del absurdo que religa a Cantantes
calvos, Paquidermos llorones, Vicetiples de la Telebasura, Místers
Ultratrillonarios, Obispos trabucaires, Cómicos
sin gracia, Descendientes de la pata de Wilfredo, Monjas de las llagas de la
Pampa, Borrokas anti-todo y Edecanes de Pujol, en torno toda esa tropa y todas
esas muchedumbres norcoreanas a un Falso Culpable señalado, estigmatizado,
simbólicamente fusilado: España, -los
españoles- pues que ¡España nos roba!
(Nota buffa en el despliegue Proceso:
a Romeva se le ha oído mitinear que
con la Independencia… ¡harían el amor con
quién quisieran, cómo quisieran y las veces que quisieran! ¡Tremens: hasta
ahí llegaron los polvos y los lodos del Delirio!)
¡Qué fiebres tan terribles no alcanzará el
Delirio de los muñidores del Proceso, que incluso los de las CUP, esos derviches alucinados y
probatasunos de por sí, reyes de la sensatez por un día, les tienen que
reclamar burguesa cordura: Señores, Señores, por favor… el plebiscito
no se ha ganado, no puede en razón proclamarse así Independencia alguna! Muy kafkiano todo, yes.
A Armando, un cuarentón de
clase media, un buen día su mujer le señala la puerta de salida de casa. Ella
ha encontrado a otro más alto, más fuerte y más guapo que él. “Aprende a
quererte y los demás te querrán”, le sentencia. Descubre entonces Armando, de golpe, su minusvalía
emocional: un paria en la tierra de los afectos. Ha de salir y abrirse al
mundo. A un mundo que, por temperamento, le es ancho y ajeno. Cómo superar su
desconcierto, cómo sobrellevar esa zozobra, cómo suturar la herida… Cómo
aprender a re-armarse como persona. En las asombrosas peripecias humorísticas,
librescas y sentimentales que le suceden, en ese cúmulo de emocionantes
encuentros y desencuentros… ¿hallará siquiera a medias Armando su lugar al sol?
2 comentarios:
Pues sí, D. José, es todo una ópera buffa. Y no hablo sólo de los actores de Catalonia... sino también del reparto de Madrit.
Resulta que ayer imputan al Mas por el referendum. El que lo imputa, el tribunal, es un tribunal elegido por la Generalitat. Entonces ¿ qué pasa ?
Pues seguramente, que aumentando el grado de comedia: Mas ha pedido que lo imputen para así presentarse como el salvapatrias que es víctima del estado español, tan malote, y de esta manera forzar a la CUP a que no lo dejen en la cuneta.
Si la población supiera el grado de rastrerismo que hay en la política... pero prefieren vivir felices con su furbol, GH y otras series patrias de semejante jaez.
Es el fallo que tiene la democracia: que el voto vale igual para todos. Y lo dijo Churchill: "cuando vd quiera conocer los problemas que tiene la democracia, hable con un votante medio".
misael
Te leo siempre, pero me quedo atrás en los problemas de España que no conozco
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