¿TE GUSTA LEER? ¿TE GUSTA ECHAR UNA MANO A LOS ESCRITORES SIN NOMBRE A QUIENES LEES? Adelante entonces, amiga/o:
Hubo tiempos, y no tan lejanos, por extraños que nos resulten hoy, en los que grandes hombres y mujeres ilustrados, de espíritu abierto y generoso, admiradores de la cultura y de sus mejores frutos, en sus reuniones, en sus salones, en sus acciones, en la medida en que les fuera posible, fomentaban, favorecían, impulsaban y celebraban las creaciones de inventores, músicos y escritores. Era el siglo de las Luces, claro. ¿Aquellos salones, centros de difusión y brillo del saber y del arte, aquel espíritu ilustrado, tienen hoy su equivalente entre las gentes que pueblan las redes sociales hoy? Ojalá.
RESUMEN
DE “LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS”
Me
preguntaban ayer, “bueno, vale, ¿pero tu libro de qué va?”. Me hubiera gustado
contestar lo de Woody Allen a propósito de “Guerra y Paz”: “Va de Rusia”.
Decirle yo: “Va de las ilusiones”.
Pero al escritor sin Nombre ni Contactos, esos lujos le están vedados. Tuve entonces que pensarlo.
Mi libro cuenta la historia de un cuarentón
al que su mujer, que ha encontrado otro más alto, más fuerte y más guapo que
él, le señala la puerta de salida de casa. Descubre entonces de golpe su
minusvalía emocional: un paria en la tierra de los afectos. De cuanto le ocurre
después, cuando ha de salir al mundo, que le es ancho y ajeno, para superar su
zozobra, para engañar a su desconcierto. De lo duro que se le hace ese
aprendizaje elemental de la supervivencia afectiva. De cómo hallará en la
propia escritura, y en los humorísticos y sentimentales encuentros y
desencuentros de la realidad, a trancas y barrancas, la brújula que le permita
hallar al cabo su lugar al sol, una
imagen aceptable de sí mismo, y levantar así el muro de la obturación interna
que le impide ver la belleza y el propio absurdo del mundo y de la vida, que es
lo único que tenemos. De eso, de esas ínfulas buenas trata mi libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario