La joven heroína del constitucionalismo español en el Oasis secesionista
de Mas -¡libertad! ¡libertad! ¡libertad!, clamaba aupada por los suyos en la noche electoral, como con gracia brincando sobre las
aguas- tiene unos inmensos ojos oscuros. A veces recuerda Inés a Ana Torrent en Ana y los lobos, esos licántropos separatistas que a menudo parecen
Junqueras, Artur y los tronkos de las CUP. Vista entre esos
tipos, a menudo parece también ella,
en apariencia tan delicada e inerme, la lírica niña ante el Frankestein sedicioso en la escena del lago,
que sería en el Oasis putrefacta charca.
Es Inés
guapísima no, lo siguiente: se culmina en ella la misma hermosura, ya está
dicho. Y de frágil, la apariencia sólo, que cuando quiso Mas a golpe de cuadrada mandíbula liquidarla, echándole en cara la carita de su inexperiencia, se
revolvió Inés certera en el
parlamento, recordándole que tiene ella más experiencia laboral que él a su
edad. A Mas tembláronle ahí las
mandíbulas de cartón.
Tras los resultados, se ha
hecho Inés celebérrima en toda
España y parte del extranjero. Le llueven las entrevistas, claro. En una del ABC, de esas del género desenvuelto, le
inquirían acerca de con quién se iría
ella de tapas. Tenía sin duda interés
humano la pregunta… y la respuesta, claro, habida cuenta la belleza extrema
de doña Inés, y que asimismo cuenta
la leyenda que en el parlamento veíanla todos tan tan guapa que nadie se
atrevía a tirarle los trastos, por
creerla también comprometida, temeraria osadía a la que se lanzó un conocido
nacionalista del Junts pel sí …
ganándose los favores de doña Inés,
con quien mantiene amorosa relación según dice la leyenda. Pues, contestó Inés al ABC que… con Vargas Llosa, le
conocí hace poco y es interesante para
tener una conversación.
¡Con Vargas Llosa de tapas,
oh, my God, al leerlo pensé, con lo liado que en sentimientos debe andar el
Nobel don Mario pensé, y le lanzas
encima ahora tu bomba-bombón, cuando él lo lea, qué nervios, qué ansiedad a lo
Nat King Cole no le poseerá, mirá, no
le marqués a don Mario metas, que
para él, imaginador sumo, no las hay inalcanzables, no bien conoce aún él sus
límites, y tras la tía Julia y el
carrete de la Preysler es muy capaz el escribidor de arrebatadoramente enredarte,
Inés, ya ves que lo es.
Así es que como en el río Twitter chapoteamos a veces todos, los de arriba y los de abajo, allá que
me lancé yo, a hacerme el interesante con doña Inés, a un poco tratar de deslumbrarla con mi discreto ingenio, a,
cual pobre antes del sorteo, soñar con lo imposible, que un algo ella me
dijera. Y esto a Inés Arrimadas le
arrimé, quiero decir, le tuiteé:
-Ojito, doña Inés, que
don Mario anda ahora viagradísimo.
Y bueno, que es esta la hora en que aún estoy esperando siquiera una
pedrea. ¿No le valdría el muá, doña Inés,
para irnos y tomarnos unas tapas? Sería esa la Fiesta del chivo no, la de este
trovatore, la de este chivito.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON INFULAS
154 pgs de humor, sensualidad, aventuras e ilusiones.
Personalmente dedicadas. Puedes pedírmelas aquí, o en josemp1961@yahoo.es Es muy sencillo. En España: 10 E por correo ordinario, 15 E por correo certificado.
154 pgs de humor, sensualidad, aventuras e ilusiones.
Personalmente dedicadas. Puedes pedírmelas aquí, o en josemp1961@yahoo.es Es muy sencillo. En España: 10 E por correo ordinario, 15 E por correo certificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario