"Eres tonto, también es lo mejor para ti, algún día lo comprenderás... Armando... aprende a quererte y los demás te querrán. Sal. Sal de ti. Conoce gente... Vete a una discoteca, yo que sé", me dijo ella. Después de algún tiempo de cierta confusión y dolor que a nadie interesan, obedecí tan bienintencionado consejo y allá que me planté, en el mismísimo Joy-Eslava.
...¿Qué hago yo aquí? me preguntaba el día de autos. Llevaba ya más de una hora, inmóvil, envarado y gélido como un autómata al borde de la pista, vaso de whiskie con Sartre en mano, rodeado de una fauna de pendones sicalípticos, con quienes no tenía la más remota idea de qué podría ser aquello que nos hace miembros de una misma especie. Entonces...
(EXTRACTO de "LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS" mías)
Y estoy convencido también de que, si te gusta escribir, aunque sea sin
mayores pretensiones, mis HISTORIAS DE
UN BOBO CON ÍNFULAS te servirán de inspiración y te aportarán ideas,
modelos, motivos, recursos y maneras
concretas para que también tú –o a quien
pudieras regalarle mi obra- te atrevas a emprender la aventura de escribir
un libro.
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