Hay que gastar precisamente ahora, dicen muchos. Un poco, no se trata de
tirar la casa por la ventana vana. Para salvar la tienda de tu barrio que tan
bien te atiende, ahora contra las cuerdas. Para salvar el empleo en las empresas
buenas cuyos productos mucha satisfacción te aportan, ahora en riesgo. Para que
los escritores sin Nombre que te gustan, digo yo, que tanto se dan y te dan en
lo hondo, siempre al pairo, puedan cada mañana seguir echando sus cometas, de colores nunca y siempre vistos, a
volar. Tampoco piden tanto, me parece.
Amor, humor, ilusiones, vulnerabilidad, ternura,
tantas historias bonitas... las 111 ROSAS, las HISTORIAS DE UN BOBO CON
ÍNFULAS, no quieren ser dos LIBROS más, son cosa viva, y palpitante, y quieren
quedarse a vivir entre el corazón de sus amigos, ahí confinados, sí. (Y que no
son caros, 18 E los dos juntos, envío incluido, y que te los pongo,
personalmente dedicados y en casa. Si sólo deseas uno de ellos, CONSÚLTAME).
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