A las buenas, amigos. Fin del confín. Ya en mi oficinita. Como tantos
otros millones de trabajadores, autónomos y pequeños comerciantes, vuelvo
también yo a lo mío, a mi trabajito, a mi afán, a poner de nuevo en circulación
y a ofrecer mis libros aquí, que para eso son buenos, bonitos y lo otro, a tirar
hacia delante con esperanza -cómo si no-, a tratar de mantener vivo mi sueño,
que es -sin contactos, sin Nombre, con sólo el aliento de quienes de verdad me
aprecian y estiman-, el de dar luz y hacerle justicia a lo mejor de mí, que
está en mis libros. Si no te gusta lo mejor que tengo, lo mejor que soy, que en
mis libros sufre, ríe y canta, cómo podría gustarte lo que no tengo, lo que no
soy. En fin, espero, deseo y te quiero que estés bien.
Amor, humor,
ilusiones, vulnerabilidad, ternura, tantas historias bonitas... las ROSAS, el
BOBO CON ÍNFULAS, no quieren ser dos libros más, son cosa viva, y palpitante, y
quieren quedarse a vivir entre el corazón de sus amigos, ahí confinados, sí. (Y
que no son caros, 18 E los dos juntos, envío incluido, y que te los pongo,
personalmente dedicados y en casa. CONSÚLTAME).
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