Como siguen, sigo, que ya escribió Flaubert que para que una cosa resulte interesante hay que mirarla dos veces. Cada vez que escribo sobre el muerto ilustre nuestro de cada día, le llueven a este escritor sin Nombre los ME GUSTA. Como ofrenda a los muertos, no a mi escritura, claro. Ni uno de esos ME GUSTA en mi Muro vuelvo a ver, joer, que valore e impulse el vivo trabajo mío de cada día. ¿No es algo en verdad desmoralizante? ¿Tendré que “venderme” como escritor de esquelas? El caso es que adonde mi LIBRO DE LOS BESOS puede llegar, gusta, y gusta mucho. ¿Es caro un buen libro, dedicado y puesto en casa, por 10 e? ¿Como regalo para alguien querido? No sé: ¿estaré, y yo sin enterarme, también muerto ya?
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