El año que viene se cumplirán cincuenta años de la aparición de El siglo de las luces, la extraordinaria novela de Alejo Carpentier. Una escritura envolvente, de párrafos largos, construida alrededor del esplendor y del gozo único de la palabra, contraindicada a la lectura en diagonal que reclama el internet. Es que los libros de antes parecían al oído decirte: párate, deja todo, abandona lo que haces, céntrate, entra en mí, vive conmigo. Los de ahora, desde la misma solapa ya casi te ordenan: primera parte de la trilogía, aligera, compra la segunda, vete ya a ver el film. Su marco histórico: los ecos de la Revolución Francesa en el Caribe. En la isla de la Guadalupe se proclama la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos para todos. Llega también a la isla el símbolo magnífico del Terror revolucionario: la Guillotina, ese espantoso artefacto.
Acaso te dirás, lector, a qué viene este rollo, de qué quiere dárselas hoy aquí el colega. Verás, primero me vino al melón la imagen soberbia de la guillotina al leer la noticia: la empresa que a muchos viene sacándonos desde unos años para acá hasta la hijuela a costa del consumo eléctrico, que hace sólo un mes nos picoteó de golpe un 10% de subida, cuya factura deja los jeroglíficos egipcios en bobo juego de niños, con tantos dígitos en la misma como la contaduría que arropa a un moderno best-seller, la misma que cuando tienes una avería o una reclamación te desprecia y te humilla y te ningunea como si fueras un gusano ante un diplodocus, y ni eso, porque no tiene ni oficinas y simplemente te ignora como ni en el medievo ocurría, mientras tantísima instancia gubernamental a todos los niveles en nada en ello te auxilian, presentaba sin cortarse un pelo a luz pública –así lo recogieron todos los medios, con muy sospechoso silencio crítico- nada menos que… ¡EL MAYOR BENEFICIO DE SU HISTORIA!, un beneficio neto de 2.870 millones de euros.
Cuando continué leyendo pasé a pensar ya directamente en la Revolución: resulta que las empresas del IBEX ganaron en 2010 un 24% más que el año pasado. Pongamos aquí, antes de que nos cierren la boca, la lista de Schlinder de la Infamia y de sus beneficios: Telefónica 10.117 millones de euros, Santander 8.181, Repsol 4.693, BBVA 4.606, Iberdrola 2.870, Ferrovial 2.163, La Caixa 1.823, ACS 1.313, Gas Natural 1.201… en fin. Las mismas Empresotas que, sin contar siquiera con la CEOE, de urgencia se habían reunido a finales de noviembre con Presidente Zp en Moncloa para darle al señor Presidente su visión y su remedio de la crisis. Luego decimos que esas reuniones no sirven para nada.
Y, para que no faltara detalle alguno al cuadro revolucionario, la información añadía que los altos directivos no consejeros del IBEX 35 elevaron su remuneración en el año de la crisis en una media de un 20%. Pensé, hombre, quizás los de los Goya podrían haber hecho algún bonito chiste sobre esta lista. Seguro que Garzón, tan íntegro como es, enviará otra carta rogatoria de las suyas a su “querido Emilio”. Quizás las centrales de la Huelga General montarán un pollo gordo, no el ritual, al conocerlo. Seguro que los Grandes de la Ceja y Juan José Millás al frente, en el año de los cinco millones de parados y del millón de hogares con todos sus miembros en el paro, del cierre de cientos de miles de medianas y pequeñas empresas, habrán, al saberlo, pasádose con brío anarcoide –que diría Blanco- a las barricadas. No parece, ¿verdad? ¡Como que ellos, mientras las hormiguitas anónimas nos tiramos por aquí los trastos de eres-un-facha-sectario y tú un-rojo-fanático conforman el ESTABLISHMENT patrio! (sólo amagarían hacerlo si fuera la Derechona la que estuviera en el Poder).
Entendámonos: soy, ya sabes, sólo un cateto derechista que no cree en revoluciones y que detesta la violencia, que defiende las sociedades de libre competencia y la iniciativa individual y los postulados liberales sin fanatismos, creo. Y que la gente que crea riqueza arriesgando la propia gane más que el resto. ¡Pero estos enguajes oligopolistas entre sectores regulados por la intervención gubernamental hasta las trancas, esa confiscación que los altos directivos hacen de la iniciativa social que funda las grandes empresas para minimizar al modesto accionista, mientras los gobiernos silban, es una perversión acomodaticia de las élites del sistema!
Nunca existirá una sociedad perfecta, creo. Siempre habrá corrupción y favoritismo. Están en la naturaleza humana. Creo en las sociedades abiertas –separación de poderes, derecho a la propiedad, igualdad ante la ley- sólo como las menos malas. Pero con este descaro de anunciar los mayores beneficios de su historia –aunque sea verdad que lo obtienen en el mercado internacional- el mismo año en que te crujen y te funden con sus servicios y con su desprecio, y en un contexto pavoroso para millones de conciudadanos, yo no trago.
Y de esta forma, lector, volvió a mi cabeza El Siglo de las Luces de Alejo Carpentier, esa espléndida escritura, cuyo recuerdo, por si de algo te sirve, aquí te dejo.
13 comentarios:
No me vendría nada mal leerlo. Yo estoy un poco harta de medidas tomadas "entre politiqueo".... Como sigan subiendo las tarifas de luz, etc...se van a tener que hacer todos los pisos sin techo para que nos ilumine el Dios Sol directamente y la Luna redonda y llenita....Besos
Que manía la gente con que las empresas ganen dinero... para eso están. Y sus directivos pueden subirse el sueldo cuantas veces quieran y les consientan los accionistas, dueños del asunto.
Otra cosa es que no estaría de más una separación real entre el gobierno y todo lo demás... ya veremos..
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Vaya pasteleo. Y luego le sugieres a los bancos un impuesto extra para ayudar en la crisis y te amenazan con cortar aun más el grifo...
Me gusta el capitalismo...pero para todos.
Un saludo.
En España estamos en el Siglo de las Luces de Bajo Consumo.
hacerte una visita como el aire que respiro y el sol de la mañana un abrazo
Marina
-¡Jacinto,corre a por el coche que creo que estoy dando a luz!
-¡¡¡¡Estas pariendo!!! ¿Me oyes? ¡¡¡¡¡¡Pariendo!!!!!
Jose Antonio no se que ha podido pasar pero ya me he vuelto ha poner de seguidora gracias por decirmelo.
Gracias por tus palabras un fuerte abrazo
Me lo releeré, pero si nos suben la luz, tendré que hacerlo a la luz de la vela. Al menos será más romántico. Saludos
Genial¡¡
Eres genial¡¡
Has jugado con los siglos de las siglas..AMEN...
Y con las luces que antes encendían los cerebros y ahora (de tantas) los destruyen...
Nada hay como un libro.
Tocarlo...pasar página y como muy bien describes: escucharlos.
Me ha encantado esa definición donde se para todo. Hasta los siglos...
Beso con aroma a Jacinto.
(Por cierto yo le he dicho adios a Twiter y me lo estoy pensando con Facebook, demasiadas siglas sin luz...)
Gracias por traerme a la mente "El siglo de las luces". Me compré un maravilloso ejemplar con tapas duras en una feria del libro usado, después de deleitarme con "Los pasos perdidos", y ahí sigue el pobre, diciendo "léeme" cada vez que paso por delante. Espero no dejarlo pasar mucho más tiempo.
Por lo demás, fffffffffffff, no me siento hoy como para meterme en muchas honduras; eso sí, mi factura de la luz de este mes ha alcanzado un máximo histórico, mejor corramos un tupido velo...
Saludos.
-Winnie: léelo, cuando puedas, sin prisas. Beso
- el Turco: que las empresas ganen, por supuesto, pero después de dar un buen servicio y respetar al consumidor; ahora, que después de tantas subidas anuncien resultados históricos. Para otro día, como la Tecnocracia -los altos ejecutivos- ha socavado el poder de la propiedad en las grandes empresas, para otro día. Un saludo
-Sefirot:sí, algo de pasteleo parece
-Aitor:las luces de Sebastian, ya te digo
-Marina: gracias, otro for you
-Neo: próximo hit del verano, Apaga luz Sebastian, apaga luz, que los borrachos ...
-Maricruz: ole tus fotos; otro fuerte fuerte para tí
-Luisa: buena idea, releerlo, aunque sea a dos velas. Un abrazo
-Leni: gracias por tus ánimos, gracias por tu aroma. Besitos
-Laurita: tu libro te dice lo mismo que yo, léenos, recomiéndanos a tus amigos, que se nos comprenda un poco. Un abrazo.
A la atención del escritor:
A pesar del larguísimo espacio de tiempo que me separa ahora del momento en el que leí esta obra de Carpentier, tengo un recuerdo vívido de aquellos días en los que su lectura me secuestró e hizo que el mundo a mi alrededor se diluyera en una existencia transparente. Era verano, hacía un calor tranquilo y monótono. Tumbada en la cama leía y leía sin parar , con pasión, alargando la mano para tocar el mundo real que había en el libro. Cuando terminé, no pude resistir la tentación de abrir y entrar a La Consagración de la primavera , y sí, el mundo a mi alrededor se volvió a diluir.
El post de hoy ha sido desolador. No me explico cómo lo haces. Y la gente a tu alrededor ni se fija en que tú estás ahí dándote cuenta de todo, desvelando todo.
En el post de ayer, muy bueno eso de escribir enfermeRATS. A veces eres así de malo.
Buen día.
A
Muy hermosas lineas, A.
Hmm, no he leido La consagración de la primavera. Me lo apunto
Siempre gracias a ti, A
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