Liberación sexual, por supuesto

     

   Por supuesto, furiosa reivindicación de los derechos inalienables del cuerpo, jocunda celebración de los deleites de la Carne y pronta satisfacción al apremio del imperio de los sentidos, a ese dulce jugar de lomos y caderas que dijera mucho mejor Cervantes, al lubricio del fornicio, al hedonismo orgasmófilo, al Viagra berlusconiano, al porno para mujeres también, que arrasa esta temporada en los mercados editoriales, lo que quieras y dos huevos más pero…

   

  ¿No sería también liberación sexual –alguna ventaja habría de tener el cumplir añitos y el no andar con las hormonas tan hirvientes- el emanciparse también de la oscura esclavitud del Deseo, de su espuela basta, de esa grosera determinación que a hombres  y mujeres somete a su caprichoso furor? ¿No sería también liberación sexual el no depender tanto del puro instinto, el ser capaz de establecer una distancia, el que no cifre la sexualidad rabiosa el sentirse vivo de la persona, el desprenderse un poco de ese reflejo condicionado que nos devuelve a la condición de perritos de Pavlov, salivantes y jadeantes como verracos ante el cebo azucarado del Deseo?

   

   Eso, liberarse del sexo, conseguir ser libre ante la tiranía de lo rijoso, intentar al menos amainar esa automática llamada de la selva. Liberarse del obseso sexo tan omnipresente en las sociedades hiperconsumistas, dominarlo al menos, para tratar de construir vivencias más sutiles, más elevadas, más gratificantes en lo hondo. La Belleza siempre admirarla, canibalizarla no. Nadar a contracorriente, yes.    

Post/post: gracias a alp, a José Gómez, a Marina-Emer, a MAMUMA, a romi, a BEGO,a Fran, a Winnie0, a Eugenio Fernández y a Francisco Rodriguez por dejarme sus palabras, por bloggear ayer a mi lado,GRACIAS.