Créeme, lector, no me gusta escribir censuras a Serrat dedicadas, por más que comprenda de sobra que el cúmulo de
maldades que pudiera uno dirigirle le
sean del todo insignificantes a su augusta figura. Respeto y estimo su
trayectoria y su trabajo, enormes para la
Música, y defiendo que muchas de sus canciones forman parte sin duda, no ya
de la personal memoria sentimental, sino de la colectiva sensibilidad de
millones de españoles. Otra cosa es la consideración que su reiterado
posicionamiento ideológico público, en tanto que relevante líder social de
opinión, pueda merecerme.
Ha defendido siempre la línea del Partido Socialista Obrero Español. Hizo
cejas a Zetapé, como le hizo
morritos antes a Felipe G, vale. En
tanto que destacado prohombre del selecto Club
de la Ceja –la Ceja ya existía antes de ser oficializada, vieron sólo en
Zapatero su guiñol- lleva más de treinta años dándonos la brasa con la mandanga
del Compromiso, la solidaridad y la fraternidad con los menos favorecidos, la
inesquivable necesidad de en política mojarse y mancharse las manos. Quizás por
eso hace bien poco defendió Serrat
la nacionalización manu militari que para el Estado argentino de Repsol hizo esa nueva adalid de los
desheredados que responde al nombre de Kirchner,
junto a la que muy complacido posó.
Llega en estas la amenaza separatista patroneada por la Derecha
catalana. Parece difícilmente rebatible que amputar a España una quinta parte de su riqueza y recursos constitutivos, de
entre los más privilegiados pagos además, sólo puede empobrecer y empequeñecer
a todos, y entre ellos, a los más humildes mucho más. En el contexto de la
extraordinariamente dramática situación que atraviesa nuestro país –contra las
cuerdas- no se sabe bien que resulta más la amenaza masiana, si delirante,
traicionera o sadomasoquista.
Dicen –no estoy del todo convencido de ello- que es en las situaciones
críticas, y ésta objetiva e históricamente lo es, cuando aflora la verdad de
las personas, y no la leyenda que les precede. Los músicos de Estopa, de inmediato y sin mirar alrededor, en público se la
jugaron: votaríamos NO en un
referéndum por la Independencia. O sea, en muy román paladino: estamos contra
la Independencia de Cataluña. Partiendo la pana, vamos. ¿Qué en esta grave
tesitura ha tenido a bien hacer Serrat?
Jugar a la ambigüedad promasiana más bien: “el camino del Estado propio
es algo que cala en la gente como salida a la situación angustiosa que vive… A
mí me gusta que afloren las cosas y a lo mejor este tiempo crítico puede haber
ido muy bien para poner a la luz algo que siempre ha existido”. Ha dicho. ¿No
parece el discursito de un político profesional con ganas de hacer carrera en Unió Democrática de Cataluña?
Ya digo, importa un comino que uno aquí lo diga, pero qué lección de
honestidad y de coraje, siendo tan poca cosa,
la de los tíos de Estopa (que
se preparen, les van a arrear estopa, y de la buena) a Serrat, siendo este tan tan grande. Con lo fácil que Serrat lo tenía: debía tan sólo
recordar sus propias canciones, y creérselas.
Post/post: gracias a aspirante, a CLAVE, a Xesús López, a Winnie0, a Juante, a Trecce, a BEGO, a Inmaculada Moreno H, a El Fugitivo, a NVBallesteros por compadecerse conmigo de Malala, por bloggear y embellecer este blog a mi lado, GRACIAS.
5 comentarios:
Cómo va hablar claro?. No quiere romper la gallina de los huevos de oro. Si dice lo que piensa se le acabó el negocio. Saludos
La pena e que a los de Estopa, por decir lo que han dicho, les arreen.
Un saludo.
Su mensaje es tan ambiguo como lo será el programa electoral de CIU respecto a este tema...
No es aconsejable que los artista se definan en política, pero dicho esto, acaso es ser de derechas o de izquierdas, el ser nacionalista, yo creo que no y no deberíamos dar pie a que esto se vea así.
Además los socialistas de Cataluña se las están dejando venir a ver como la cuelan, para sacar rédito de esto, creo yo...saludos...
No tengo nada claro que alguien que se dedica a la música deba definirse políticamente....creo que deberían reservarse un poquito Un besote Jose
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