Como en Babel -la película-, la caleidoscópica actualidad que escupe la
Aldea global a tumbos nos lleva,
hilvanándolas en su madeja, desde la niña-sincronizada-tiraselotodo de la
España en crisis a otra niña pakistaní de 14 años también, aunque de algo
diferente existencia. Malala Yusuzfa,
14 abriles, tiroteada cruelmente por los talibanes, culpable a esos ojos
criminales del terrible delito de querer estudiar.
La vida de Malala corre peligro. Tuvieron que extraerle en el hospital de Rawalpindi una bala alojada en su cuello cerca de la médula espinal. No le dispararon al azar los talibanes. Malala era conocida internacionalmente desde hace tres años, el tiempo que llevaba en su blog denunciando las atrocidades talibanas en aquellos lares, que prohibieron la educación femenina. (escribe uno, lector, Malala-catorce años-blog-tiroteada-malherida y uff, notas el pellizco en el corazón)
Brutalidad infinita talibana iba este bloguero a decir, si los
monopolizadores patrios de la brutalidad antigubernamental no me piden peaje
por ello. Se echa de menos en los media, por la causa de Malala, uno de esos numeritos
fieramente reivindicativos que las superpagadas estrellas progresistas de
Hollywood –los Sean Penn de guardia
y Cía- montan cuando el presidente norteamericano es un republicano. De la Ceja patria, de Garzón&Pedraz aquí, de los Indignados cinco estrellas, de su
brutal silencio al respecto de Malala,
mejor es ni hablar.
Pero pocas veces se hallará una realidad tan transparente en su
significación: en esa niña, Malala,
tiroteada al volver del colegio, con una bala cerca de su médula espinal, vive
sobre todo una persona malherida y en peligro de morir asesinada, pero además
uno de los más acabados símbolos de la eterna lucha entre la Ilustración y la
barbarie. Este bloguero anónimo, que es nada, cruza sus dedos por tu vida, Malala, y ojalá nos llegue muy pronto
a los ojos –aunque no pudiéramos entenderlo, no sería ello óbice para nuestro
contento- la paloma preciosa de tu blog.
Post/post: gracias a Mateo, a Antonio Buenos Aires, a Anónimo (a quien agradezco sus precisiones e información), a CLAVE, a Juante, a MAMUMA, a Winnie0, a Zorrete Robert, a Cesar, a Sonja, por dejarme muy enriquecedoras y pertinentes reflexiones sobre mi texto, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS
9 comentarios:
Oigo decir por ahí la musulmana es una "civilización".
No lo pongo en duda.
Pero me pregunto qué harían en el caso de ser considerada una "barbarie".
Por aquí, los solidarios abajofirmantes habituales, de puente. Ya se manifestarán el lunes, o el martes, que el lunes tendrán que descansar.
Que doloroso me resulta hoy tu articulo, es posible que a esta dulce niña le ocurra esto, hasta cuando el nacer mujer va a significar abuso, tenemos en España todo los años mas de 60 mujeres muertas, y no se escandaliza nadie, es mas no es ni noticia en la prensa, suele aparece en paginas interiores o locales...saludos..
Recemos por Malala, y por este mundo loco.
La oración funciona algunas veces. A Malala la necesitamos; la necesitan sobre todo las criaturas dispuestas a tomar ejemplo de ella, a querer aprender.
Un saludo
Y acabamos de pasar el día mundial de la niña!!!!!!!
Pues sí; se echa de menos una simple palabra de reprobación y rechazo de tantas progrejulis y chaconas como zarrapastrosos zetapedos infectan la eolosfera de la civilizada alianza. Me temo que ellos y ellas andan a lo suyo: los sondeos de las elecciones. Y los otros, a pelotillearlos a ellos y a los del muro.
Saludos.
Sin palabras...
Qué razón tienes, una vez más, José Antonio.
Pues lo has contado divinamente:
Es ejemplar esa niña rebelde
Frente a una turba enloquecida
De turbantes coranes y dementes.
Malala, por tu vida, que despiertes.
Fugillantos de espanto.
Me dejas profundamente conmovida...
Besos
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