En “Las
espigadoras” a la vez recreó Millet
como nadie, sin siquiera mostrarnos sus caras, velándonoslas, la dureza de esa
labor y la vigorosa dignidad que pese a ello atesoran las campesinas pobres
espigando. Refleja así el cuadro el derecho secular de las mujeres pobres y de
los niños para llevarse el grano abandonado –las sobras, diríamos- en los
campos tras la cosecha.
Otro Millet,
artista de la “ingeniería financiera contable”, genio de la factoría
convergente de los Pujol&Mas, nos
deja ahora, según revelan autos, un muy creativo cuadro de grandes Espigadores
de la corrupción, en el que al cabo es al contribuyente a quien en el fondo se
manda a espigar.
Según el juez, que, en medio del Oasis
convergente tan inmersor de niños pobres sorprendidos falando en español durante el
recreo, al cabo finalizó la instrucción del caso Palau, son 26,5 millones de euros los que, en beneficio
propio, partidario o de terceros ha supuesto la “obra” de este Millet. (EL PAIS CATALUÑA 16-7-2013) Se
conoce ya la cosa como “El Expolio del
Palau”, y a propios y extraños deja maravillados. Qué fino arte el de este
archifenicio Millet.
Como propina el otro día, a costa del
mutismo rajoyano sobre la Barcenada, se creyó con derecho Artur Mas a dejarnos su enésima lección
de democracia. Espetó Mas, casi con
desparpajo andalusí en el recrearse, que Rajoy
debe, cuando hay dificultades, “dar la cara, como yo mismo hice cuando las
tuve”. Sólo que Mas no soporta en su
Oasis ni una décima parte de la presión mediática, política y social que
persigue a Rajoy. Sólo que su “dar
la cara” consistió en negar las evidencias, en tratar de machacar a los
fiscales y en envolverse bajo su bandera favorita. Sólo que mientras Bárcenas paga cárcel, los ex –gerentes
de CiU, responsables de la trama de
“El Expolio del Palau” andan por la calle, tan ricamente. Sólo que CiU, a más a más, se ofreció a
respaldar la moción de censura rubalcaba contra Rajoy siempre que, eso sí, se garantizara su referéndum
separatista.
¿Y eso es “dar la cara”, sr Mas? Eso quizás
sea tener mucha cara, y ya digo, en el fondo mandarnos a espigar a todos,
mientras los grandes Espigadores se aseguran sitial preferente entre los más
egregios forjadores de la Nación
Catalana, que es que España nos
roba que es una barbaridad.
LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm,
cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en
España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones
del mundo” (Pessoa)
2 comentarios:
Vaya, hoy a seleccionado usted uno de mis pintores favoritos. Sabe...? tengo siempre en el oredenador¿ cómo se llama? Sí, en accesso dirento a según que poetas y según que pintores. Cunado lo necesito, por que es necesidad, pincho y leo o veo cuadros. Lo del Millet lo veo o miro a menudo. Hay veces que con verlo me siento satisfecho.
EL Arturito Mas es un político poco original. No le demos tanta importancia. Es sólo fruto de su tiempò. Son muchos como él. Es el político que tenía que parir una constitución ( con minúscuals, sí) como la nuestra, que para colmo ha tenido en el gobierno central ( también con mini) durante 30 años a un montón de irresponsables que no han sabido o querido ejercer sus obligaciones. A esa plaga de irresponsabilidad se le sumo en su día la muy ficiticia bonanza económica y de ahí salió esta subespecie de político español.
Mas es tan dañino como poco original.
NO digo nada de los catalanes que dicen sentirse tan españoles y que para demostrar su mega españolidad cada vez que hay elecciones se van a las playas o montes españoles, dejando que lo obsesivos separatas siempre se salgan con la suya.
Vaya, hoy a seleccionado usted uno de mis pintores favoritos. Sabe...? tengo siempre en el oredenador¿ cómo se llama? Sí, en accesso dirento a según que poetas y según que pintores. Cunado lo necesito, por que es necesidad, pincho y leo o veo cuadros. Lo del Millet lo veo o miro a menudo. Hay veces que con verlo me siento satisfecho.
LO anterior nunca lo cuento en los bares. Allí sólo hay chicos duros.
Hay pintura, que como según que poesía, me da la vida cuando tiene uno momentos de esos en que se pregunta eso de : ¿Esto paqué? Y se contesta lo de “topanà”.
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