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lunes, 23 de noviembre de 2015

Por qué me pido de mayor ser un Imán






   Con lo que cuesta convencer hoy a alguien de algo, no digamos si es a través de internet, con lo dificilísimo que, pese a que doy, doy y doy -¡me doy!- me resulta convencer a una sola persona -a pesar de que me precio de haber hallado en las redes, para mi más maravillosa y absoluta sorpresa, un ramillete de personas amigas en las que se adivina un fondo humano muy precioso- de que mi libro (10 euros, sentimental, irónico, aventurero) merece la pena ... ¡y la terrible y endemoniada facilidad con que los susodichos IMANES POR LA YIHAD consiguen a través de las redes sociales que miles de personas, aquí y allá,  les entreguen absolutamente su juventud, sus creencias, su voluntad, todo lo que podrían llegar a ser...su vida entera para sólo matar y matarse. Como un imán, sí, como si por sí solo obrara el nombre de la cosa. No salgo de mi asombro. No alcanzo a comprender el cogollo del meollo del repollo de ese absoluto misterio tras el que se esconde un enigma que apenas desvela el más hermético arcano. Sólo sé que no se nada, ea.





   Noviembre vuela, amigo/a. ¿Regalarle a alguien, regalarte mi libro? ¿Agradeces el blog? ¿Lo valoras? ¿Merece una pequeña recompensa? Necesito vender algún ejemplar más de mi libro, que es además muy bueno -creo-, para seguir escribiendo también este blog. Pídemelo y te lo dedicaré personalmente. 

Precio por correo ordinario: 10 euros. Precio por correo certificado: 15 euros.)
Pedirle su libro a un escritor humilde al que sigues es sobre todo un acto de sensibilidad y de nobleza incontestables.
  

LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen, análisis y UN CAPÍTULO de la obra en estos enlaces)
UN CAPÍTULO:
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas.  Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi estimado amigo,

Aunque parezca inentendible, el asunto no es difícil de comprender. Y me disculpas, que no me refiero a que seas "corto de entendederas". Es que estamos afectados por la repetición de un maléfico mensaje a lo largo de varios siglos.
El fanatismo islámico es un virus EXACTAMENTE IGUAL AL VIRUS DEL SIDA.
Trabaja del mismo modo porque se propaga por las relaciones sexuales y "las inyecciones de veneno" que aplican en las mezquitas los clérigos extremistas.
Y así como el SIDA es tan difícil de vencer porque nos ataca por donde más débiles somos, el deseo constante de follar, el fundamentalismo islámico se aprovecha de esa humana, biológica e insaciable tendencia.
Cuando "entramos" en la adolescencia nuestro cerebro hace una fijación vitalicia con el órgano sexual femenino.
En el mundo musulmán los jovenes sueñan igual que soñamos en el nuestro. Pero allí no hay prostíbulos. Ni libertinajes. Ni cines donde se exiban películas pornográficas. Ni las otras diferentes opciones que tenemos nosotros.
Allí esos jóvenes solo tienen, para cumplir sus sueños y deseos incontrolables, la opción de morir por Alá convirtiéndose en "mártires" para ir al paraíso que, astuta y perversamente, les ofrece Mahoma donde encontrarán decenas de doncellas vírgenes para que "sacien" esos inconfesables deseos de la juventud, donde solo tendrán que dedicarse a ese "noble oficio" porque no será necesario trabajar para buscar el imprescindible alimento, allí hay ríos de Miel y Leche donde podrán alimentarse para estar fuertes y seguir follando.
Ese y no otro es "el quid de la cuestión".
Si en nuestro mundo, donde tenemos a nuestro alcance tantas "bondades", hay jóvenes que se suicidan.... imagínate en el mundo de miserias y privaciones donde viven esos infelices. La comparación del mundo en que viven y el mundo para donde irán nos da la respuesta.
Como dije, es algo perverso. Terriblemente perversa la genialidad de Mahoma.

Un fuerte y cubanísimo abrazo,
Simón José.