¿Y si para el Día de la Madre...

 

 

 ¿Y SI PARA EL DÍA DE LA MADRE REGALARAS/TE REGALARAS "LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS"? Mira estos fragmentos:

"...En las horas siguientes yo velé el sueño de la mujer que un día me lo había dado todo, para otro día, años después, dejarme sin nada. Qué extraño era todo. La veía ahí, con su pelo lacio y sudado, las mejillas pálidas como si por su rostro no fluyera sangre, y me preguntaba qué demonios podría significar todo aquello. Yo iba digiriendo a trancas y barrancas la inyección letal que es el rechazo de la persona elegida -con mínimos avances y penosos retrocesos, como los locos-, mientras ella, una máquina de vivir, se atrevía con todo. Pensaba también en Mercedes, esa ex- chica de la farándula reconvertida en conserje de instituto que el río revuelto de la vida había acercado a mi vera, y que quizás en ese mismo momento ansiara mi presencia junto a ella. Entonces... "

"... Ella al fin llegó. Traía en la boca el aroma de manzana de los miércoles noche -cómo no olerlo-. Traía también una sentencia. Bueno, una que eran tres. Una: "No te quiero". Dos: "Me voy con él". Tres: "Y no siento pena al dejarte". Ni siquiera dio un portazo, ni siquiera me arrojó un insulto. Se largó. Sólo acerté a ponerme los zapatos, y con los cordones sin atar, bajé a la calle. Creo que me dejé la puerta de par en par. Sólo quería andar sin detenerme, no parar ... ".

Aquí arriba, si lo pinchas, el vídeo con Alfredo Urdaci valorando en su Telediario mi ópera prima: “Son las historias de Armando, un cuarentón al que le ponen la maleta en la puerta de casa y tiene que recorrer de nuevo el camino de lo sentimental. Descubre que es un minusválido del sentimiento, un hombre al que todo le sale mal, un paria del afecto, un hombre patético al que todo le sale al revés. En lo que le pasa hay también una gran carga de ironía y de crítica hacia el mercado de los sentimientos, hasta el punto que uno acaba sintiendo una piedad desternillante por este antihéroe que tiene en estos relatos una voz auténtica. Se van a reír hasta llorar con este libro, llorar de piedad por este hombre perdido, este bobo con ínfulas”. "Disfruté mucho con las Historias. Sigue escribiendo", me dijo Urdaci también.

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