Aparquemos por un momento –por más que jumele el mismo- el estratégico uso que de la información en cuestión pueda haberse cocinado desde la monclovita gobernanza, que es ahora Vicegobernanza, que no se sabe ya si incluso las mallas negras de Seúl salieron del baúl del motu propio de Bambi, o fue también el lucimiento de las mismas expresa orden del Vice-Todo para achicharrar un poco más a ASTUTO-FELINO-EN-LA-JUNGLA (según los wikileaks del embajador yanqui dijeron) en medio del bosque en llamas socialista que llevaría a Ramón Jáuregui a liderar los próximos carteles electorales.
Recuérdese lo pegaditos que en aquellas instantáneas llevaba Bambi los remos delanteros al tronco, sin duda en ademán en exceso forzado y hasta en él anti-natural, casi como si en guiño cómplice –similar al de Clinton a la Lewinsky con una común corbata por él lucida el día mismo que había ella de declarar- quisiera hacernos ver el Presidente que algo o alguien le llevaba braziatado, y no por casualidad junto al líder conservador británico, que con dureza incontestable ha de vérselas con la ruina presupuestaria que le dejaron los laboristas. Cuando el otro día a su vez un controlador aéreo de Palma, al abandonar el trabajo, bajó la ventanilla del coche y en muy elocuente gesto que las cámaras “pillaron”, sacó las manos como si las llevara de verdad esposadas, me dije… juego de manos, aquí es todo juego y truco de manos.
Y es que Jáuregui, y no Zp, fue quien firmó –y no es nada baladí- el histórico Decreto de marras que con militar malla aherrojaba también a los controladores, y fue asimismo Impactante Rubalcaba, a quien en calidad de Vice-Todo le “tocó” en rueda de prensa condolerse del presunto tráfico de dopantes esencias de la admiradísima Marta Domínguez, asunto éste que justo en el mismo día de la comparecencia zetapeica se “descongeló”, oscureciendo ésta, pues era el del dóping un hilo que desde el verano, tras el interrogatorio a un atleta “positivo” , había guardádose en la recámara.
Llamó además la atención el que, en la expresión del dolorido sentir que sin duda le embargaba, apelara el Vice-Todo a su remota condición de atleta –que ésa es casi, perdóname Titania, batallita de abuelo Cebolleta- y no, como su formal subordinación exige, al estandarte de feroz corredor de mediofondo que en el rabioso presente en su jefe Zp se agita, siendo además su Presidente –y nuestro, nuestro-, según él mismo en su día confesara, Ministro de Deportes in péctore, por lo que alguna poética declamación de las suyas, -Hijo del Viento al cabo, como Marta D, él, y con él todos nosotros- podría habernos dejado caer sobre el estupefaciente caso.
Me pareció al final que, acaso algo embriagado uno también de palabras con tanto dopaje pacá-y-pallá, más incluso que la desdichada Marta D, fuera el propio Presidente el que en tétricas sombras de góticas y vanas hiperestimulaciones de triunfo anduviera atrapado, y que el propio Vice-Todo, con la aquiescencia de los prehistóricos mamuts del Partido por detrás agazapados, anduviera trabajándose la definitiva suspensión de su jefe, que igual que Marta D, también un día admiró al Mundo ganándolo todo, y que pareciera ahora, oh tiempos funestos, pero que muy en desgracia caído.
Sí, lector, algo dopado de paraules sin dudarlo debe uno andar ya, porque sólo ahora caigo en la cuenta de que del título que arriba puse nada reza lo que aquí se contiene, sino de sus preliminares en todo caso, que no fui capaz aparcarlos, con lo que de nuevo, yo pecador, llevado sólo por el veneno dulce de las palabras escritas, volví a abusar de tu infinita paciencia conmigo, y no sé si alguna vez sabré compensarte como debo tanto abuso, por más que, como en todo, acaso sean los preliminares lo más delicioso de cualquier negocio, -y no digamos del amoroso-, que a la postre es en la vida todo dura decepción, la misma que a uno le inundó al enterarse de las enormes acusaciones que sobre Marta D, esa diosa rubia de sonrisa olímpica, sí, recaían, y te pido que por eso me perdones este largo rodeo, que espero que mañana me lleve al fin a ella y también de nuevo ante ti, lector.
6 comentarios:
Yo jamás me creí el boom del deporte español, ni la exponencial subida del nivel de vida.
Nos van a colocar en el lugar del que no debimos salir.
Saludos.
Dan que pensar los brazos y manos de Felipe González (que parecen un moco) y los gestos de Rodríguez el ex.
Que se vayan preparando deportistas y folclóricos, cada ocurrencia de Rubal pasará por una siega entre ellos. Sin entrar a decir si Marta es culpable o inocente. Solo pasaba por allí..
Que media gallina escuálida parece Zp al lado del british. digo media gallina cuando es totalmente clueca el representante expañol de la nación discutida y discutible por él.
Que corra, que aprenda a correr, pero que mucho. sus días están contados...
Un saludo y estupendo análisis.
Gracias.
Da pena hasta corriendo el tipo...
Roy dijo: Nunca me pareció más patético el cómico parecido de ZP con Mr.Bean.La fotografia pareciera responder a un jogging man torpemente apresurado y cariacontecido.Con todos los respetos para el bueno de Rowan Atkinson,naturalmente.
MARIBELUCA ha hecho la sintesis perfecta.Clavado.
PD.-...y el estado de alarma,prolongado,qué verguenza...
Saludos.
-Kufisto:sí, yo también creo que nos van a "colocar". Gracias por dejar una vez más su apoyo
-Candela: es verdad, tendremos que prepararnos todos. Gracias Candela
-Eleonora:un poco gallina sí parece cierto de esas trazas. Muy amable, gracias. Saludos cordiales
-Maribeluca: ay pena, penita, pena, qué tipo de pena pone
-Roy:Rowan Atkinson me parece un actorazo. Saludos
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