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martes, 29 de marzo de 2011

Agua de marzo

    
      Llueve, llueve con mansedumbre desde hace un buen rato sobre las aceras y sobre el parque cuando te escribo. Tan sólo llueve. Miras la lluvia, la contemplas en silencio, constatas y celebras la mano de esmalte nuevo y fugaz que sobre todo deja, más el sol, como un golfillo que entra y sale sin parar con su mecano de luz urgente y alegre en el  cuadro que tenemos delante –hum, y qué  juguetes tan nuevos parecen los columpios y el mismo magnolio ahora, qué eléctrico se torna el verde de las hojas y de la pradera, verde que con el agua se quiere oro, eso, la quimera del verde-, y se queda uno ya atrapado en la cadencia de la lluvia, mecido en el interior del compás sigiloso de sus notas, medio embobado y suspendido de todas las cosas, algo preso en la armonía semifusa que sólo la fina lluvia levanta tras su secreto acorde. Ah, ganar el sosiego necesario para olvidarlo todo y ser capaz de aquilatar en el alma el tesoro del agua de lluvia derramándose dócil sobre la tierra, a la misma vez que el sol entrometido le pone por detrás el aura refulgente de su foco transitorio,  para que mejor veamos ese primoroso derramarse.
    
     Y si de niños, cuando como ahora llovía, desoyendo las paternas advertencias nos volvía locos mojarnos bajo la lluvia, empaparnos  de la misma y que nos calara bien hasta los propios huesos, y pisotear luego los charcos, como si así exploráramos, de una forma intuitiva e insensata, una más íntima aproximación al latido mismo del propio barro del que todos estamos hechos, por qué no reunir justo ahora  el supremo valor de, abandonada por un instante la cordura, hacer otro tanto y ofrecer en perpendicular nuestro rostro al cielo y que sobre él  resbale el  vertical masaje de la  lluvia .
     Y si cuando adolescentes ennoviados, -y lo llevamos todos a fuego grabado en lo más hondo del corazón- conocimos una tarde el milagro inexplicable de besarnos con la persona amada, después de hallar el precario refugio de un soportal o de un frondoso árbol tras el súbito aguacero, removidos los cabellos mojados, entremezclados en los mentones de ambos el agua del cielo y el de las lágrimas dichosas por una emoción purísima, y bien poco nos importaba empaparnos entonces, que casi hasta agradecíamos la sinfonía que la lluvia en ese instante desplegaba, como un violín que engrandeciera nuestra ilusión ahí, entonces,  por qué no ahora mismo ser capaces de despojarnos por un momento de la gravedad y la pesadumbre de los años y bailar también un poco bajo el chaparrón, y festejar así la danza hipnótica y mansa de la lluvia bajo la dorada luz del sol..
   
     Por eso mismo, porque sigue cayendo con suavidad de bálsamo una lluvia alumbrada de sol sobre la hierba de mi parque suburbial cuando te escribo, he sacado mi ordenador a la calle, para que la lluvia empape también mi escritura y un poco la esponje y la demore, y llevar así la contraria a la ley severa del internet, que dicta escribir en corto y rápido, sin florituras y de lo que el internauta espera, que no tenemos tiempo para nada, que leemos a vuelapantalla y en diagonal, y eso en el mejor de los casos. Sólo que, igual que la lluvia, no quiero ir yo sólo al grano, que quiero de palabras rodearte, las que soy capaz de desencadenar para ti, que discurran también ellas con calma sobre tus mejillas, ese sol que a mí me mueve, que te calen también un poco, que traigan también a tí remembranzas olvidadas, con la absurda esperanza sólo puesta en que al menos tú, como el impagable agua de mayo en los confines ya de marzo, hasta aquí me sigas y no me dejes solo.  

    
   


30 comentarios:

Javir dijo...

Estos marzos `mayeados´ hay que saborearlos antes de que aparezca Torrente y lo cubra con su cutre realidad.

Por cierto, amigo del Pozo, esperaba que terminases chapoteando charcos y cantando "que llueva, que llueva, la virgen de la cueva".

Un abrazo

Juan Carlos dijo...

Gracias por un hermoso texto.
Salu2

César dijo...

Ay, embaucador, que eres un embaucador, bandido!

Winnie dijo...

Un texto maravilloso Jose Antonio. Una lluvia que he recordado en qué momentos claves de mi vida ha participado.
Besos

aspirante dijo...

El club de Enemigos del Paraguas le da una cordial bien venida.

Helio dijo...

Es cierto que la lluvia nos trae recuerdos de todo tipo, de nuestra niñez y juventud, además la lluvia ha sido siempre inspiración en muchas obras literarias, en la musica y en el cine.
Claro que no siempre es agradable, cuando hacemos turismo nos suele hacer la puñeta, este sabado en Salamanca tuvimos mas de dos horas de aguacero.
Saludos.

Rafa Hernández dijo...

Pues yo todo lo contrario; como no soy ni he sido nunca romántico la lluvia con perdón me jode. Y sobre todo cuando más me molesta es en la cama, ya que tengo muy mal dormir y el chapoteo me pone de los nervios. Saludos.

Elvira Daudet dijo...

Hermoso texto,José Antonio, lleno de nostalgia juvenil, del placer de reventar charcos, de la danza del primer beso bajo la lluvia.

Compañero, eres muy raro y contradictorio, lleno de exquisita sensibilidad y de cruda rabia, un cóctel que a veces sabe un poco amargo.

Un fuerte abrazo
Elvira

LaCuarent dijo...

Con esa preciosa luz hay que calzarse botas de agua y salir a cabalgar en esas mansas gotas para que los rayos dibujen destellos en los reflejos de sus letras hoy con un sabor a primavera nueva amigo
Un beso, que ya somos conocidos

Ruiz dijo...

Es un placer leerte porque rezumas ganas de vivir y eso se nota. Saludos José Antonio.

Balovega dijo...

Buenas noches..

Muy bello texto, aunque no me guste la lluvia.. jjeje... solo cuando estoy en casa y detrás de un cristal..

Quería desearte solo buenas noches, esperando que esta noche sea una noche de bellos sueños.

Besitos

Unknown dijo...

Ummmm, ¡delicioso!, ¿será que ha llegado también a ti la primavera?

(http://anapedraza.blogspot.com/)

Sheol 13 dijo...

A mi siempre me ha gustado la lluvia y parece como si hubieras indagado en mi pasado, esa escena bajo el árbol es también un recuerdo mio. Un abrazo.

Noumenadas dijo...

Indudablemente la primavera ha llegado este año con un desaire inusitado. ¿Efecto, quizás, de la tardía Semana Santa?

En todo caso, tengo la sensación de que, al final, todo acabará igual que cada año: vendrá Hacienda devolviendo limosna a "sus" menesterosos, trincando a los pillados y ellos, una vez más, se irán a sus yates y a sus islas -lejos, muy lejos de Japón-, como si no hubiera ocurrido nada.

Y "aluego después" (como decía el otro), la "vuelta al cole" del Cortinglés, allá por Septiembre, volverá a ser tan impepinable como que "ya es primavera...".

Misón dijo...

A mi no me has rodeado de palabras sino de emociones, a mi, una gallega que se ha calado los huesos infinitas veces y ahora, en Fuerteventura, calados de morriña los llevo, anhelos de esa lluvia fina, poalla que le llaman en mi tierra. Precioso. No le llamaría florituras a la belleza con la que describes esos flashes que nos vienen a la memoria con un olor, un sabor o un rayito de sol que se cuela entre la copa de un árbol dándole ese encanto a la fina lluvia de marzo. Es un placer leerte. Un beso

icue dijo...

Expresas muy bien el sentimiento que produce la lluvia en almas sensibles, que seguro reaccionan igualmente antes las maravillas de la naturaleza y la vida.
Un abrazo

Jose Antonio dijo...

No hay situación mejor para mí que ponerse a llover y salir a pasear chapaleando sobre todos los charcos que puedo, no me importa si es en la ciudad o la montaña, es un placer en los dos lugares, pues cambia la percepción que tengo de ellos, parece como si nunca hubiera pasado por esos mismos sitios.
Un abrazo

Marina-Emer dijo...

Con todo mi cariño muchas gracias por
La visita, es un placer que te guste mi
Poesía escribo con el alma y he leido tus interesantes escritos textos estupendos con el corazón
Recibe mi abrazo
Feliz semana
Besos
Marina

roy dijo...

¿solo?,te dirán...y todos los que te arropamos y nos rendimos a la sabiduria de tus textos,¿qué?,¿no contamos?,¿no te hacemos llegar nuestro aliento?,¿no te llenan los encendidos elogios?,¿no cuentas con nuestra compañia diaria?,¿no oyes ni sientes nuestras voces animosas?.Vamos,vamos....

Amigos,dirás,no sabéis lo gratificante que es teneros y ser fieles en el post...

Pero es posible que falte alguien definitivo,alguien sublime,alguien único.Y entonces las lágrimas del cielo diluyerán las nuestras,en un momento de arrebato que recuerda una alegria eterna.

A ELVIRA DAUDET le diria que la nostalgia no siempre es juvenil.Ni la melancolia que,como decia Jon Juaristi,es tan distinta.
A mí,JOSE,no me parece raro.No solamente es posible la cohabitación de la sensibilidad y la fiereza expresada en su justa dosis,sino necesaria para sentir y responder a la vida en adecuado término y alcance.
En cuanto a la contradicción...¿quién se libra en esa escala no tan seria?.Lo malo,lo realmente censurable es la INCOHERENCIA que es grado mayor y espejo deformante de la vida.

Ánimo desde la lluvia del parque de Suanzes.

Neo... dijo...

Como lluvia de Mago.

Unknown dijo...

Entrañable y hermosa entrada, amigo José Antonio.
El placer de sentir la lluvía sobre nuestra piel nos hace rememorar muchas cosas, sobre todo cuando la tierra huele cuando se ha empapado.

En horabuena y un saludo.

Myriam dijo...

Bueno, aqui me tienes mojándome con tus palabras en horizontal.

Un abrazo chapoeado.

ELILUC dijo...

Como me gusta la lluvia!!!! es transmisora de pensamientos, sentires, vibraciones!!!
un abrazo

José Antonio del Pozo dijo...

-Javir: es verdad, el singing in the rain. Gracias, un abrazo
-Juan Carlos: gracias a tí por decírmelo y hacerme crecer, amigo
-Cesar: me temo que no llego a tanto, bandolero
-Winnie: gracias, amiga, por tu generosidad

José Antonio del Pozo dijo...

-aspi: bienhallado, me ha de encantar ese club. Un abrazote, amigo
-Helio: es verdad, ni la mansa lluvia es perfecta
-Rafa: bueno, todo tiene muchas caras, y ca uno es ca uno, y se agradece de verdad su franqueza. Saludos
-Elvira: gracias por tu glosa tan bonita.¿Te parezco un cóctel a veces amargo? Lo siento: me gusta la dulzura sin empalago, pero no siempre la consigo. Un abrazo

José Antonio del Pozo dijo...

-40añera: y olé por lo bien que has puesto lo mío. Me alegro te haya gustado. Beso conocido, claro, amiga mía
-Ruiz: no sabe cómo le agradezco sus palabras. Un abrazo
-Balovega: pues muchas gracias por arroparme, lo mismo para tí, hada buena
-Miguel Angel: gracias, también es delicioso oirlo de vos. Que será, será...

José Antonio del Pozo dijo...

-Sheol: gracias, sí, es un recuerdo muy común y muy precioso. Muchas gracias, amigo
-Juante: vale, amigo, pero no dejemos pasar así como así este clamor que ya se respira, esta luz, estos cielos, estas ansias, que no nos sean indiferentes
-Misón: cuánto me alegra si he sido capaz de suscitar esa emoción que primero experimenté yo, y saber que al menos a alguien la supe transmitir, cómo entiendo esa morriña que te atrapa, esa morriña preciosa. Otro for you
-icue: gracias, amigo, bienvenido, eso intenta uno al menos, no embrutecerse del todo

José Antonio del Pozo dijo...

-Jose Antonio: tú sí que lo haces de verdad, qué envidia tocayo, porque yo mucho escribirlo y sentirlo, pero luego me da corte. Es verdad parecerán luego sitios nuevos. Un abrazo
-Marina: muchas gracias por tanto corazón, feliz semana, amiga
-roy:tienes razón, se siente uno aquí, qué sorpresa más indescriptible, arropado y confortado, entre iguales. ¿Falta alguien, dices? Sí, un Editor que me haga un poco de caso, y vean mis creturas luz del mundo, y se mojen por ahí en las manos de quienes me lleven consigo. Es verdad, tenemos todos dimensiones y cualidades distintas, y coincido en que la incoherencia arbitraria es penoso defecto. Gracias al parque de Suanzes, amigo mío

José Antonio del Pozo dijo...

-Neo: como agua para chocolate de dulce, vos
-Eleonora: hum, el olor de la tierra mojada, se habrá escrito un trillón de veces, pero nunca pierde ni en lo más mínimo su divina cualidad. Celebro volver a leerte. Gracias
-Myriam: es lo que tiene la lluvia mansa, que nos moja... ¡y nos gusta tanto!. Y hay veces que las palabras quieren ser un poco lluvia. Pero como bien dices la lluvia es vertical y las palabras son horizontales. Me recuerda aquello de Umbral: yo sólo bailo en horizontal.
Y bueno otro abrazo para vos
-Mery: transmite, cuando es dócil, paz y sosiego. Un abrazo, amiga

Anónimo dijo...

Este post me ha recordado una canción que te recomiendo que escuches ( y leas la letra) en caso de que no la conozcas ( que igual es que sí).
La canción se titula Stay ( Wasting Time) , es de Dave Mattews Band en el disco Before These Crowded Streets. 1998