LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
A Armando, un cuarentón de
clase media, un buen día su mujer le señala la puerta de salida de casa. Ella
ha encontrado a otro más alto, más fuerte y más guapo que él. “Aprende a
quererte y los demás te querrán”, le sentencia. Descubre entonces Armando, de golpe, su minusvalía
emocional: un paria en la tierra de los afectos. Ha de salir y abrirse al
mundo. A un mundo que, por temperamento, le es ancho y ajeno. Cómo superar su
desconcierto, cómo sobrellevar esa zozobra, cómo suturar la herida… Cómo
aprender a re-armarse como persona. En las asombrosas peripecias humorísticas,
librescas y sentimentales que le suceden -discotecas dudosas, fatales mujeres,
rollizas peluqueras, un sofá misterioso y abrazador, un cartel de Comisiones,
un buzón en el que ya no figura tu nombre, la dentadura perfecta de Burt
Lancaster, el fiasco de una noche de verano, una chinita que hace como que toca
el violonchelo en el metro, una niña que juega en el patio a la rayuela
mientras otro niño la observa tras las cortinas y un tercero enchufa triples
como un descosido, una tía y su sobrino en la sagrada edad de la iniciación
erótica de éste, Nocheviejas agridulces, risas y humo, ginebra y música, un
amigo fiel, una mujer solitaria, otra mujer bella y propagandista, los
malentendidos en que consiste a veces la existencia, alguien del pasado que
reaparece para bien y para mal, un héroe local, el lío de un sms enviado por
error, unas navidades tristes, una Venecia imaginaria, un vikingo fenomenal, la
memoria de la emigración, un juego de dardos al límite, un padre y un hijo
paseantes y ofuscados, un ascensor y una comunidad de vecinos estrafalarios, un
cumpleaños insólito cantando a lo Sabina entre polacos…- en ese cúmulo de
emocionantes encuentros y desencuentros… ¿hallará siquiera a medias Armando su lugar al sol?
Esto tuvo a bien escribirme sobre LAS
HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS, Eugenio García de Paredes, profesor de
Literatura
Es una pena que autores que merecen la pena,
escriben bien, y tienen cosas que decir no entren en el circuito de las editoriales,
en un país en el que hasta el concejal de festejos del pueblo más recóndito de
la meseta consigue que le publiquen y distribuyan un libro. No sé si me
explico. Pero las cosas están así, y sospecho que manuscritos de calidad que
muchos querríamos leer están durmiendo en los cajones o los discos duros de sus
anónimos autores.
Por eso me llamó la atención la propuesta de José Antonio del Pozo,
y decidí comprarle un ejemplar y leerlo con fruición. La verdad es que he
disfrutado mucho. Una redacción clara, sin ínfulas, pese al título, que
desgrana historias en las que muchos nos veremos identificados. A mí me
gustaron especialmente varias historias. La primera, titulada “Triste
de mí” en la que el protagonista, presa de un ataque de celos y
despecho, ingiere litros de agua del grifo en Egipto con el consiguiente
resultado intestinal. Fueron mis primeras carcajadas, y me dieron a entender
que el libro que tenía entre las manos merecía la pena. O la aventura en “Mari
Gloria peluquería Unisex”, que, como reza el autor “Ya empezamos mal”.
O la locura adolescente de la “Chica Rubia de Celeste Diadema”,
que como siempre prefiere al deportista malote antes que al insignificante
empollón. Historias de sexo escondido, con la tía política insatisfecha, con la
china que pide dinero en el metro mientras interpreta música, con la gordita, que le cuesta una soberana paliza, o con la vecina de
dulce olor, con la camarera... La graciosísima historia de Justus,
que se embarca en una cruzada evangelizadora por puro deseo. Al final se queda
con la chica y aparcan ambos la fe. En fin, historias con las que sentirse
identificado, en un Madrid de todos, con paisajes variables pero no cambiantes,
y que se van graduando con maestría: cada vez un poco menos hilarantes, cada
vez un poco más oscuras, cada vez más reflexivas. Pero sin perder el sentido
del humor, del pobre triunfador del karaoke que se ve perseguido por dos
polacos calle abajo hasta terminar desplumado, literalmente, y con el culo al
aire en una mañana gélida.
Es un libro que hay que leer. Si tienes cuarenta, si los has tenido, y si
pretendes tenerlos. Vas a disfrutar mucho con las historias porque debajo del
surrealismo subyacen realidades con las que te vas a sentir muy identificado.
Altamente recomendable, no debes dejar de leer “Las Historias de un
bobo con ínfulas”, que no son más que las vivencias ocurridas o no de
un tío muy inteligente. Ponte en contacto con él en su correo, josemp1961@yahoo.es.
O en su cuenta de twitter, @joseantoniodelp. Esperemos que haya más
entregas, y que las veamos en las librerías.
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