El escandalazo de Harvey
Weinstein, el hombre que avasallaba a las mujeres, el biempensante
productor hollywoodiense al que decenas de actrices acusan de haber sido por él
manoseadas y violadas, a cambio, o no, de grandes o pequeños papeles en el Cine,
por más que ninguna historia sea ya nueva bajo el Sol, es asunto sobre el que
también me adelanté a escribir yo en uno de mis VEINTE RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA, el que “Teatro” se titula. Me esforcé en él
por dotarles a los protagonistas de una humanidad y de un hondo dilema
psicológico y moral que no sé si en la realidad tienen. El caso Weinstein, con su cruda brutalidad y
bajeza en la sublime Meca de los Sueños, refleja bien, a mi entender, una
prueba más del homo gañanis hoy reinante y de la regresión cultural (la
civilización no es más que la sublimación de los instintos) que vivimos. Pues,
mucho mejor que el tal Weinstein,
aquí mi “Teatro”, uno de mis VEINTE
RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA, del que ahora paso a hablarte:
Una actriz en sus inicios, todo un Divo del Teatro frente a ella en su
coqueta mansión solariega. Ella, que lo admira. Él que la desea. Él, que puede
catapultarla de lo lindo en el Teatro si ella accede a… Ella que duda, qué debe
hacer entonces, sacudida por un terremoto de sentimientos encontrados. Un
borroso noviete al fondo de su
conciencia, qué hacer luego con él. El Divo que ansía vampirizar esa juventud
de manzana verde y exultante que en ella restalla. La trampa que le prepara,
las trampas que trama también la conciencia, cómo a veces la conveniencia nos
dicta los sentimientos, cómo a veces el alma se rebela, esa zozobra ilusionada
e hipócrita a la vez, ese dilema, qué pasará. Todo esto es lo que plantea “Teatro”, uno de mis Veinte
relatos de amor y una poesía inesperada, a los que aquí te invito,
dejándote del lance un trocito:
“Sí, la invitación era, como poco, equívoca. Y el arrumaco aquel, toda
una artimaña ventajista. Cierto, pero a la vez Inma, para su propia sorpresa,
se había negado a cerrar el silogismo. Se descubrió halagada, ensalzada por
aquella atención que le había dispensado a ella, sólo una actricilla
provinciana en ciernes, nada menos que el gran Oliveira, tan cautivador. ¿Por
qué demandaremos los artistas, incluso Oliveira, tanto reconocimiento?, se
preguntaba Inma, de espaldas ya a las laudatorias fotografías. En otra parte
del salón un conseguido collage ensamblaba con arte fragmentos del Guernica, de
la legendaria portada del disco de Serrat a Machado y de la célebre imagen de la
aterrada niña vietnamita que huye aterrada entre bombardeos de napalm. Inma se
dejó caer un momento en un sillón bajo de cuero repujado, y encendió la gran
pantalla de plasma líquida. Como en un dramón indigesto, de esos en los que
sobrevienen azares inverosímiles, en la pantalla apareció Oliveira...
…y a pesar de ello otra dimensión de su entendimiento no dejaba de
gritarle, Inma, Inma, qué estás haciendo, Dios mío, te está rozando, su boca
amaga ya la tuya, y la alcoba ahí al lado, tras esa puerta abierta, qué hago…".
“VEINTE RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA”. 12
euros, envío incluido. 165 pgs de SENTIMIENTOS,
HUMOR Y AVENTURAS acerca de la condición humana enamorada… y desenamorada,
en muchas de sus vertientes, cimas y simas, con la emocionante recreación de
las más perturbadoras encrucijadas a que nos arrojan los sentimientos
inevitables. Personalmente dedicados. Pídemelos
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