La
peripecia ayer de mi segunda astrazéneca en el Zendal tiene su buen relato, ya
lo creo que lo tiene: el delicioso viaje en transporte público, como cuando vas
de excursión, con el autobús a medias y con aire refrescado, las apacibles
afueras del norte de Madrid, las reverdecidas valdebebas, que suenan a flores
silvestres, que suenan a aguas en arroyo, que suenan ahora a estadios y oficinas
futboleras, el H a lo lejos, el H a lo cerca, Isabel Zendal, aquella mujer
cuidadora y profética, ¿eh?, ¡oh!, el espejismo de la visión delirante entonces,
el maremágnum de aquellas multitudes como en romería milagrera encabronada en
medio del desierto, mucha calor, un calor aplastante, las fechas, el caos y el
orden revueltos, los coches tirados en cualquier lado, algunos polis
multando, la sempiterna picaresca en las
colas mesopotámicas, la de jóvenes jovencísimos y la mía, de viejos viejísimos,
ese contraste, las colas que avanzan que se las pelan, el sanitario de los
tatus increíbles, la gente grabando dentro, el pinchazo, ay, la enfermera, sus
dedos en mi brazo, salvado, ¿salvado? Ay, si tuviera yo Padrino, con gusto lo
escribiría y lo vería publicado, alabado y bien pagado en un gran medio. Mis
111 ROSAS. Porca miseria.
jueves, 22 de julio de 2021
DIARIO DEL ESCRITOR SIN NOMBRE: ASTRAZENECADOS
para aprovechar y leer buenos libros. 111 ROSAS, HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS, SENTIMIENTOS A RAUDALES, 301 pgs, 10 E, envío incluido. Contáctame aquí o en mi correo, josemp1961@yahoo.es Lo envío yo, personalmente dedicado para ti. TE REIRÁS. TE DARÁ QUE PENSAR. TE EMOCIONARÁ, creo.
ARGUMENTO: La vida se nos ofrece a menudo maravillosa. La vida muchas veces nos resulta también odiosa. La vida es siempre AGRIDULCE. Eso es lo que he querido yo reflejar y recrear a través de 111 BUENAS HISTORIAS –bajo el hilo conductor de un ingenuo soñador y a la deriva en el nuevo orden amoroso- en mis 111 ROSAS.
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