La Fama cuesta, les repetía “avisadora” a los alumnos la profe de la inolvidable serie del mismo nombre. ¡Y no! Eso era antes. Ahora más bien obedece al azar, a la guapura o a la frikura, o a una estrepitosa mezcla de las tres más un adecuado management. Lo que de verdad cuesta, hoy y siempre, ahora quizás más que nunca, pues va a contracorriente en esta distraída Sociedad hiper-icónica del espectáculo y de la mugre, es la escritura. La escritura, su adquisición, exige silencio, esfuerzo, criterio y paciencia, ingredientes raros y transgresores por excelencia hoy, que se dan de patadas con los valores dominantes. La escritura hoy aburre a las ovejas, acaso nunca mejor dicho. ¡Muchos profesores te confiesan hoy que la literatura les aburre! Por eso este escritor sin Nombre, PARA SOBREVIVIR COMO TAL, NECESITA LECTORES-AMIGOS CAPACES DE IR CONTRA DE LA CORRIENTE MAYORITARIA HOY.
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