No, este año, pobre de mí, tampoco las tendré. Se ve que no he reunido méritos para tenerlas, se ve que no he hecho bien los deberes. No me quejo del todo: me quedo en los madriles a leer y escribir, a darle caña a mi libro de poesía y a mi ensayo, a ver si van saliendo bien los pobres. A ver si acaban de respaldar los que me siguen y me leen, mis 111 ROSAS, o no podrá haber nuevo libro. Siempre me quedará el Retiro, además, que se pone ahora perdido de belleza. Que por cierto, ya sabes, si estás o pasas por Madrid y quieres conocer y charlotear un rato con este escritor desconocido y yaque pedirle alguno de sus libros y que en persona allí te lo dedique, pues me contactas y se acabó. Nos tomamos un café. Será un placer, será una ilusión.
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