No deja de sorprender que para cualquier trabajo (en el sector privado y en el público) se exijan hoy un montón de requisitos (juventud y experiencia a la vez, rizando el rizo del rizoma a menudo), mientras que para Político (ocupación especializada ya donde las haya), no. Bueno, uno sí: la obediencia debida al Líder, menudo requisito. Es decir, que, para optar, por ejemplo, a ocuparte como barrendero en cualquier pueblo español te reclaman más saberes, teóricos y prácticos, que para ser Ministro en el Gobierno. ¿No debería entonces para colocarse a alguien como Ministro, o como Consejero, o como Concejal, puesto que de administrar recursos escasos se trata, exigírsele un mínimo de experiencia en gestión? De entrada, unos cuantos asesores se ahorraban ya, digo yo.
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