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sábado, 26 de julio de 2014

¿Son los blogs para el Verano?



   A veces, lector, ciego de rabia y de fracaso, hubiera deseado vivir en uno de esos países luteranos de las Escandinavias que no ven el sol ni en las  pinturas de Van Gogh. No puede allí nadie casi salir a la calle en todo el año y enciérranse así en sus casas todos como suecos venga a leerse unos a otros los blogs, y cuanto más malditos y anónimos con más ardor leídos en la penumbra de esos cuartos todavía. El blog de Van Gogh le pondría yo al mío, sin llegar como aquél a cortarme la oreja, que mi chaladura mediocre no es ni por asomo la genial del pintor de los girasoles. Mejor cortarle las dos al asesino de Oslo.
     
   En los países meridionales del hemisferio Norte, like Spain, durante las cuatro quintas partes del año el astro rey  derrama, como providencial maná que otorgara la vida misma, sus rayos hechiceros sobre la ciudadanía, absorbiéndoles por completo el seso. Son ellos súbditos del Sol más que de ningún otro gobernante, y a su reclamo acuden jubilosos, atestando playas y plazas, cuadras y galpones, por muchas quemaduras en el lomo con que aquel como todo premio les pague. La tropa agarra la bicicleta y se larga eufórica a… ¡vivir la vida!, no te jode, total, si son cuatro días los que estamos por el mundo. Sobreviene así il dolce far niente, ese celestial racimo de palabras que designa el tumbotearse bajo alguna sombra para desganadamente tocarse el cimbel.
       
   ¿Cómo competir con sólo palabras contra el aluvión de imágenes sensacionales que el Sol,con el desenvolverse de las parábolas propias de su Imperio, procura?  En estas condiciones “estructurales” escribir acá es quimera de tronados. Lo dijo Larra mucho antes que yo, escribir en España es llorar. Qué será entonces escribir en un blog, ¿acaso berrear? ¿Y qué entonces, descendamos un peldaño más en la escalera de la locura, escribir en un blog… cuando el Verano, como una Revolución exultante, estalla por todos los rincones y exige inmisericorde a todos su tributo de máxima atención?
      
     Llega el Verano y el blog languidece, mengua, se viene abajo toda esa rabia nutricia suya que el resto del año le afirma, aquejado ahora de invisibles ausencias que le merman, que debilitan su impulso, como un oleaje doblemente bastardo que a nadie siquiera roza. Perfectamente inútil en su vacío. Escribe uno para cuatro, y tres de ellos se han pirado a tomar los baños.
      
      Escribir para uno mismo, me decían ayer los coleguis blogueros. Sí, y es verdad, sólo que está ya uno algo cansado del mismo onanismo del mecanismo, ¿no oyes como rechina hasta su nombre?, fatigado de asomarse uno, como la madrastra de Blancanieves, sólo y solo,  al embustero espejo de la incomparable belleza propia. Quiere uno, orate total, loco de maniatar, rivalizar con el mismo Sol, y alcanzar con el rayo de su prosa hermosa –toma castaña- la piel y hasta el alma del penúltimo bípedo implume –mejor bípeda, claro- que pulule por las postrimerías de la Patagonia.
     
     Y es que detrás de los blogs que se escriben incluso en Verano, bajo el rejón del cruel ferragosto, oh criaturas en verdad desdichadas, se agitan las hormiguitas blogueras, que incluso en este mes despiadado los manuescriben haciéndolos posibles. Puedo verles afanarse, pulsa-que-te-pulsa, dale-que-dale-, teje-que-teje el naif tapiz diario de su anónimo infortunio. ¿Acaso no soy yo uno de ellos?
     A pesar del Inmenso Vacío a su alrededor, como niños castigados a quienes la Vida cateó el resto del año, como lastimosos seres esclavizados por una extraña adicción, bloguerheridos, ahí siguen aferrados al banco de su blog, que es sólo el globo amarillo de su espuria fantasía. ¡Cuánta ternura inadvertida en ellos se agolpa!
     
     ¡Blogueros del ferragosto, hermanos ciberesféricos escribientes bajo el inclemente Estío que nos roba incluso el triste público que somos sólo nosotros mismos, juntemos nuestras manos, unamos nuestros afanes, fusionemos nuestras ilusiones achicharradas y abramos, dentro de la universal fraternidad de los blogueros, una nuestra más particular, la que vincule y suelde unos contra otros a los más desesperados entre los desesperados, hagámonos así seguidores todos de todos, hagamos crujir con el estruendo de nuestros vozarrones amplificados los dominios del Internete, sólo por ahuyentar esta cósmica soledad y luego, que salga el sol por Antequera, no te jode! 




LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen y análisis de la obra en estos enlaces)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

          

3 comentarios:

Chela dijo...

La verdad es que el verano, cuando muchos tienen vacaciones, te ves en una serie de compromisos (aunque también los disfrutas) con familiares y amigos que te alejan del blog, pero que sepas que cada mañana, como ahora, te leo, aunque no deje comentario. Por cierto esta página, como las demás, es aguda y certera, no exenta de sagacidad y fino humor irónico.
Yo me resisto a no escribir algo, pero casi no encuentro tiempo porque no quiero restarlo al descanso.he apreciado desde hace días un bajonazo de visitantes.¡Echemos la culpa al sol!

Un abrazo.

José Antonio del Pozo dijo...

Buenos días, Chela, cuánta verdad en lo que apuntas. Celebro y agradezco tus palabras, Escritora. Un abrazo

Anónimo dijo...

Pues tal vez le anime a escribir la vomitiva carta abierta que ha enviado el exiliado Javier Bardem sobre el genocidio en Gaza...De la situación en España ni mu, de la guerra en Siria, ná, del Isis en Irak, o de Sudán,etc... pero con los muertos palestinos a la progresía de Tribeca les sale una vena muy fea....