Vistas de página en total

martes, 17 de septiembre de 2013

¿Escritor de culto, yo?



   El otro día una buena amiga cibernética, Sonja, que escribe un blog literario (Las reminiscencias) que es una delicia, acaso por ser poseedora ella de una sabiduría tan fina como irónica, a propósito de mis penosas cuitas librescas, me arreó quizás el soplomocos definitivo:
    
   “A la gente no le gustan los lloricas. Si vendes poco no digas que eres un fracasado sino un escritor de culto”.

   ¡Es verdad! Cómo de repente se vuelca todo el panorama personal y profesional ante ti si logras, antes que a nadie a ti mismo primero, convencerte de arriba abajo cuando te pones ante el espejo de ser un escritor de culto. No sé si las nuevas generaciones lectoras conocerán la expresión: son esos escritores de minorías que, precisamente por la acendrada calidad de lo que escriben, por la altura del listón de los saberes que exige su degustación, están condenados a ser por las masas rechazados, pero en vilo seguidos por un reducido número de muy competentes admiradores.
    
   
Qué vitola de íntima respetabilidad, qué aureola de verdadera valía, qué secreto prestigio de golpe debe investirte si consigues verte así. Pero además, el profundo realce de tu íntima valorización, de la consecución al fin de una digna auto-imagen, esa especie de capa mágica, a la vez se extiende también a las poquitas nobles almas que te siguen, que pasan de ser los dudosos y grisáceos partidarios de un “llorica” a un compacto grupo se sensibles conocedores y degustadores de un arte en verdad valioso. ¡Cuánto debe reforzar con hondos lazos de afecto entre sí a todos los que componen ese invisible grupúsculo, en lo sucesivo ya una comunidad! Es seguro que así, tras ese primer eslabón, muchos “escritores de culto” han llegado luego a ser escritores de éxito.
    
   En serio, Sonja, sin la más mínima reticencia te lo digo, ojalá consiguiera verme y pensarme, que me vieran y me pensaran como un escritor de culto. Gracias por la idea, gracias también por en su día pedirme el libro y más gracias por haberme encima dedicado en tu fantástico blog la inteligente reseña que me dedicaste:  


Antes de ayer cuando recibí el aviso de Correos pensé "debe ser de Hacienda o algo malo" porque había encargado un libro pero ni en sueños lo esperaba tan rápido, así es que allí me encaminé y 26 números más tarde y otros diez minutos de desesperado deambular por parte de la estresadísima funcionaria me entregaron a la criatura:

                                                 

Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlZBLO9GqdW_iyE89H5JINElFtp4M83vwqb2-XeliUzKU_4neP5xGtUH_J5MRjiPEhmZfb1TaJcY_c86mxJ_GErgyLAWldPsKmEIploRsBAp1aPEFWQGa-Lps1-pz0fsQbwQa_jrC4FhmZ/s320/cache_2429594001.jpg


"Las historias de un bobo con ínfulas"
 de José Antonio del Pozo es un libro autoeditado que merece una promoción bloguera.

Siempre me sorprendió que alguien con ese mandoble se limitase a escribir entradas en su blog, así se lo expresé en una ocasión, por eso el nacimiento de este libro me alegra especialmente. 

Al cabo de tres horas lo había terminado, en parte porque practico la lectura rápida desde mis años mozos en que me trincaba los libros de pie en el Pryca mientras mis padres hacían la compra semanal, pero sobretodo y ante todo porque es una lectura divertida y chispeante donde se narran no tanto las aventuras como las desventuras del joven Armando en clave un tanto surrealista.


El lenguaje es rico, vivo y abundante en metáforas (como no cabía esperar otra cosa a los habituales del blog del autor) todo lo cual, curiosamente, no le resta ni un ápice de agilidad a la lectura, esa me parece una grandísima habilidad. También aviso a las distinguidas damas que me leen de que contiene algunos pasajes ruborizantes, si es que tan extraña capacidad pervive aún hoy en día.

En un momento dado me dió por pensar que si Bridget Jones hubiera sido hombre y hubiera leído a Dostoyevski y  a Proust seguramente se habría llamado Armando, no se si el autor me perdonará semejante comparación pero esos son los riesgos de que te lea cualquiera, pero sobretodo de que te comente cualquiera.

En conclusión, una lectura de calidad, irónica y amena.


Pero dejémonos de cháchara, 
aquí mismo podéis leer un fragmento del libro
.

8 comentarios:

Jaime dijo...

Me parece la mejor definición para ese escritor que hay en ti; yo te he leído y me ha gustado; por lo que si pasas a ser un escritor de culto; de inmediato yo paso a ser un hombre culto; ya que una vez leído, además te he comprendido.
Salud

José Antonio del Pozo dijo...

-Jaime: muchas gracias, amigo mío, usted -sus blogs también- son de los que merecen la pena. Un abrazo

Bucan dijo...

Un escritor de culto también puede ser de éxito. Dado que hay 7.000 millones de individuos en el planeta, vender un millón de libros no es mucho en principio pero no es moco de pavo aunque no sea un best-seller de cien millones de ejemplares en varios idiomas.

Un escritor oculto es otra cosa. No le rinde culto nadie y casi nadie sabe que existe. Es el sino de la mayoría de los que escriben. Y ahora la competencia es feroz, porque escribe casi todo el mundo, dada la facilidad que da Internet para expresarse. Cada vez se escribe más y se lee menos.

El que no opine igual que se lo pregunte a los directores de los periódicos, que se están hundiendo.

Lectora dijo...

Anda.
Pues lo eres, y no considero que peque de pretenciosa, con la cantidad de auténtica bazofia que te encuentras en las pilas de libros del Corte Inglés, ¿está mal reivindicar un poco de calidad para el ciudadano medio? conozco a muchos de ellos que se merecen algo mejor...esto me recuerda que tengo que prestar tu libro a una amiga posible neófita, claro que si descubre tus tendencias políticas no se yo.


José Antonio del Pozo dijo...

-Sonja: mis tendencias políticas aún me mejoran entonces: sobre escritor de culto, escritor maldito. El súmmum.
Gracias, Sonja

José Antonio del Pozo dijo...

-Bucan negro: ¿un millón d ejemplares, dices? con doscientos a secas iba yo ya servido. Gracias

César dijo...

Hay grandes escritores de todo signo político. Suele ocurrir que hay épocas que quedan oscurecidos por el régimen si éste es contrario a sus ideas. También es cierto que cualquier escritor, por definición, renuncia a la mitad de sus posibles lectores si se pronuncia políticamente en sus escritos. Tu libro no es político y Armando no ve el mundo desde un prisma exageradamente liberal. La peluquera no le pregunta sus tendencias políticas, aunque todos esperaríamos que incentivase sus tendencias sexuales.
Hoy escribo, por encima, acerca de un escritor que cayó en el comunismo pero su libro, dicen, es uno de los diez imprescindibles para leer.
En cuanto a la diatriba con tus lectores sobre la manera de vender tu libro, sabes que estoy más con ellos. No tienes porqué mentir, pero con decir que las ventas van al ritmo esperado y que esperas agotar la edición, asunto tramitado. Y lo que siempre te dije, conquista a Ana Rosa, que es buen partido y puede publicitarte..
Por mi parte el jueves haré una cata de la cosecha del año pasado y por Baco que les leo un capítulo!

José Antonio del Pozo dijo...

-Cesar: bueno, sobre política, literatura, mundo editorial, ya sabes, porque lo tengo in blog escrito, lo que pienso: defender las ideas liberales y querer hacer literatura, uff, chirría cual pecado contra natura. Lista d los 25 últimos Planeta, plis.
Lo dicho, sobre escritor de culto, maldito: ¡hasta las buenas gentes que me siguen discrepan de raíz de mi en trascedentales asuntos!
¿Ves? me recomiendas una madrina, si ej que, si ej que.
Que la cata del jueves sea propicia, amigo Cesar. Voy a leerte