FALTAN 2 PARA EL DÍA DEL LIBRO. ¿QUIÉN SE ACORDARÁ DE REGALARSE, O DE REGALAR, EL MÍO? 301 PGS DE HUMOR, AVENTURAS COTIDIANAS Y SENTIMIENTOS A RAUDALES. 10 E, ENVÍO INCLUIDO. CONTÁCTAME ¿De dónde esa predilección por el objeto físico concreto que convencionalmente llamamos LIBRO? De razones en parte generacionales, es seguro, y de otras de índole personal. Va siendo uno viejo y no acabo de asimilar del todo en las entendederas esta zarabanda fantasmal del Internete. Tengo la sensación cada mañana de esparcir, hacia no sé dónde, ni siquiera agua, poco más que un puñado de polvo en el Viento, dust in the wind, eso. Como si perpetrara algo irreal, no del todo verdadero entonces. Amo los libros por eso, su simple factura de producto real, tangible y acabado, indiscutible. Siempre me ha encantado tener entre las manos los libros que más he venerado, llevarlos conmigo, estrecharlos junto al pecho y gastarlos con el trajín de mis dedos, manosearlos, subrayarlos, pasar sus páginas, acariciarles el lomo, recorrer con las yemas su portada, aviejarlos conmigo. Creo apresar mejor así el propio alma de quien lo escribió, como si con el objeto libro se sustanciara el mismo. Las palabras escritas, creo, alcanzan su más alta densidad y dignidad expresiva bajo la forma de un LIBRO, aquilatadas entre un tomo de hojas encuadernadas al que no tan fácilmente arrastre el viento o se disuelva en la espantosa nada del éter. Además, en mi opinión, la resonancia emocional de la experiencia lectora se acrecienta con un tomo entre las manos.
PARA TODOS/AS Y CADA UNO/A DE LOS QUE DE VERDAD impulsan MIS 111 ROSAS
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