Habla, Rajoy, habla

    

    O de lo contrario su gobierno se disolverá como azucarillo en el amargo café de la Ruina socialista. En España apenas se lee, y ahora, con las “redes sociales”, menos aún. Se le hace un barrido visual de medio segundo al texto y a otra cosa, vaporosa mariposa. La “cultura” (entendida en sentido amplio, es decir, la incultura) española es fundamentalmente de carácter oral y visual. ¿Existe alguna maldición congénita que impide a los líderes históricos del centro-derecha articular en público un discurso movilizador?

    

   Debe sin duda existir alguna explicación fenotípica al recurrente hecho de la pobreza expresiva de sus balbuceantes prohombres –por más que su gestión suela por lo común resultar mucho más positiva para el interés general que la de los a sí mismos bautizados como progresistas- en pavoroso contraste con la facunda elocuencia de estos, que incluso cuando son pillados con las manos en la masa te sueltan un discursito y allí mismo que cortan las dos orejas y el rabo ante los vítores del respetable.

     Entonces, por óptima que pueda resultar una gestión, la Opinión pública y las elecciones se ganan, además de con las redes clientelares, con la Palabra. Hasta 50 ruedas de prensa simultáneas, como otros tantos jaques, justo después de la Extorsión General y tras los Presupuestos, tenía convocadas ayer la leal oposición del Maese di Lampedusa. Hierven  las susodichas “redes sociales” teledirigidas exigiendo, a los ciento… y un días, es verdad, ¡la dimisión de Rajoy! ¿Qué vamos a hacer con Rajoy? , se pregunta en las mismas, como todo un Bruto cargado de melodrama, el ilustre Carlos Carnicero. Una responsable socialista de la Mancha, quijotesca ella, ya le tiene pensado un punto final  a Cospedal: “es para crucificarla y enterrarla en el cementerio nuclear”. Claro, que ya la ex –ministra Magdalena Alvarez –sufriendo también hoy la pobre, con su cabeza, el estrago de la crisis- en público no se cortó un pelo en desear ¡ver sobre la catenaria a Esperanza Aguirre! Conviene apuntar y poner a salvo en algún lado estas cosas  para la Historia, pues las propalan además personas que se las dan de llevar consigo el Progreso por do van, de los superprogresistas que son.

    

    Resulta entonces verdaderamente alucinante que ya a los cien días de endosarles la Ruina, los artífices de la misma tengan mediáticamente acorralados a quienes han de partirse la crisma para ver qué se puede hacer con el maloliente muerto que estos inquisidores nefastos les legaron. ¿Resulta verosímil la situación inversa? Me temo que en ese caso los gerifaltes del PP tendrían a las turbas enfurecidas en la puerta de sus casas. 

     

    Pero como te digo una co te digo la o: si es la situación tan límite para incumplir flagrantemente tres destacados compromisos electorales (subida de impuestos, amnistía fiscal, abaratamiento de algunos despidos) debe el Presidente dar cabal y cumplida cuenta a la Nación –NO vale hacerlo en actos de partido, pueden ser incluso contraproducentes para el espectador no avisado, que los puede “descifrar” como ventajistas, se necesita cierta escenografía “solemne” que colme a la palabra de trascendencia, que la contagie de la verosimilitud con que puede hablar un Presidente del gobierno por encima del juego partidista  y convencido de su responsabilidad personal- y sobre todo de articular además su gobierno una sólida política de comunicación que, sin aburrirse, consiga que la ciudadanía pueda entender la acción del gobierno. Ignorar esa estratégica dimensión de la Política es aspirar sólo a ser pasto de la incendiaria demagogia inclemente… de los pirómanos, que ya les vale.   

Post/post: GRACIAS a David, a Juante, a Helio, a Javir, a Mónica, a Xad Mar, a Hiperión, por enriquecer con su presencia y su parecer este blog, que es de todos los que a él se asoman y gastan en él su tiempo, a todos los que otras veces dejan su comentario y no puedo como debo agradecerlo, gracias... si Orwell ya me sigue es que no está todo del todo perdido. Un muy afectuoso abrazo a CADA UNO de mis lectores.