No le temas a mis versos
política, literatura, cine, sociedad
No le temas a mis versos
La base es el cante jondo, aligerado, alado, en fecunda fusión y síntesis ahora, mecido y agitado sobre pegadizos ritmos tremolantes, en vaivén de intimismo y estallido, con una letra honda y sencilla al tiempo, local y universal también, de mil y una reminiscencias cultas, religiosas y populares a la vez, españolísimas –corriente y legado artístico eterno y siempre manante, al gusto de ahora renovado y adaptado-, sobre una puesta en escena vibrante y torera, de contagiosa, icónica, espectacular y universalmente actualísima coreografía.
¡Qué rápido pasa todo!
HOY, este RELATO de HUMOR, GRATIS ON LINE ( "PÁDEL, SEXO Y FIN DE SEMANA", 8 pgs, 1126 palabras) al pedirme un ejemplar de "EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS" (152 pgs, 10 e envío incluido)
Me encanta conversar con quien de verdad toma en serio y lee mi palabra escrita y lo que hago, claro. ¿Conversamos? ¿Con… versamos?
¿Dices que lees "muchísimo", pero que de poesía nada? Pues te pierdes mucho, "amiga/o". Si te ofrecen #poesía, ¡CUIDADO!: puede que quedes para siempre ya ENGANCHADO, prendado de la belleza de las palabras, preso al tesoro de olor que rezuman, a su sabor sin igual, a la armonía que su música balanceándose bajito en tus labios sin darte tú cuenta despliegan. MUCHO OJITO, pues, si te ofrecen #poesía: te resultará distinto cuanto te rodea ya, más maravilloso y terrible al tiempo, te aviso. Ah, y el que avisa es escritor.
¿Por qué ahora tanta gente normal, en todos los planos de la vida, adora tantísimo y de forma tan gregaria el Éxito y a los Triunfadores? ¿No hay que ver en ello y con ello una clamorosa dominación de los mayores beneficiarios de este Sistema que esa misma gente normal dice aborrecer? No soy tan mayor, ni he perdido tanto la memoria, para borrar de la misma que no hace tanto eran los “fracasados” -heterogéneos y dispersos, modestos y a la contra-, siempre que fuera su obra digna y consistente, quienes tenían, entre las personas en general, mucho más encanto que los rutilantes Triunfadores. “Hablo con la autoridad que da el fracaso”, que decía aquel. ¿No es esto un síntoma evidente del retroceso cultural y moral que como sociedad padecemos?
Ahora mucha gente sólo compra libros de Famosos, sean estos escritores o no. En esas condiciones, escritor sin Nombre yo, sin Padrino ni Enchufe, en lucha por poder seguir escribiendo libros dignos con un mínimo de acogida, me siento a menudo por el mundo como un vendedor de polvorones en el Sáhara, o de frigoríficos en la Antártida, tanto da. Incomprendido. Si al menos fuera uno un Metrosexual de esos, y así en las fotos reluciera, o Famoso por lo que sea, con el halo de fascinación que el Físico o la Fama –ambas juntas la bomba ya- ahora especialmente conllevan, mis buenos libros, a 10 e que, envío incluido, cuestan, saldrían sin problemas, estoy convencido. Pero soy, ay, normalucho, y me cuesta un horror que las personas me hagan caso. Me da algo de rabia, claro, el ver a diario “libros” exitosos, Supereditadas y Superpromocionadas bazofias en realidad. Eso sí, cada persona que alienta un libro mío, estoy de eso también seguro, por fuerza han de ser especiales, capaces de tener en cuenta otras cosas, quiero decir, que la Fama y el Físico. En fin, amigos, que I feel raro.
En las personas que saben valorar y alentar el trabajo bien hecho reside la esperanza de un mundo mejor, más humano y hermoso. Los escritores sin Nombre hemos de tener la esperanza, viva y ardiente, puesta en esa inmensa minoría de personas atentas y generosas que aún quedan, ¿no?