Que nada menos que el flamante Líder de la Oposición en persona, en
una calculadísima operación de Comunicación Política, en horario principal
irrumpa en el espacio por antonomasia Rey de la Telebasura supone desde luego
todo un Hito… para la mugrienta
Telebasura. El “homo gañanis”, el Reinado de la Mugre y las Sociedades de la Telebasura escalan un
peldaño más en su penosa consolidación como categorías esenciales a la hora de
caracterizar el momento presente.
Si cuando Belén Esteban,
“Princesa del Pueblo”, fue
oficialmente invitada a saludar a los Príncipes en oficial sarao de Palacio, y
así juntos e iguales se retrataron, cabía con ello hablar de entronización de la Telebasura (reconocida
su respetabilidad social), el numerito de Pedro
Sánchez, por iniciativa propia
acudiendo a ella, aún más alto la encumbra: supone el conferir a la Telebasura el papel clave de Suprema Instancia Legitimante del discurso político. Certificación
también, una más, de la nítida regresión cultural: hubo un tiempo en que los
responsables políticos, para ganarse respeto y prestigio sociales, acudían a
programas de libros.
Se deduce que no deben irle muy bien los sondeos al PSOE para embarcarse
en esta estrepitosa estrategia comunicacional, pues nada en el perfil de Pedro Sánchez hacía presagiar semejante show. Es tal el Vértigo
socialista ante el fantasma rampante de un tal Pablo Iglesias –que tiene ya guasa la coincidencia del nombre con
el del Santo Fundador- que incluso el muy serio Líder socialista, más en James Stewart que en Marlon Brando ahora haya decidido
abrazarse a la dudosa femme fatale Kim Novak que en este
patético remake representa el multimillonario y exitosísimo Jorge Javier Vázquez.
Está luego lo cuasi pornográfico
del happening en sí. En el principio, con motivo (¡¡) del Toro de la Vega,
el gran Jorge Javier tiene a bien
anunciar en directo a su millonaria audiencia que ya no iba a volver él a votar
al PSOE en su pura vida. Entonces va el Líder del PSOE, agarra el móvil y llama
al particular de Jorge Javier (Se ve que tiene su número, claro). Que si nunca
le van a ver a él en una corrida de toros, que si una ley de protección a los
animales. (¿Así se deciden las cosas en el PSOE?). El presentador y los
colaboradores muéstranse ahora muy contentos y satisfechos porque el Sec Gral
les haya “honrado” (nunca más
atinada una expresión, les ha proporcionado reconocimiento, les ha investido de
dignidades) con su llamada.
Bueno, hasta tal punto ha resultado providencial la llamada que, para
pasmo de todos, el gran Jorge Javier reconoce
allí mismo que YA se ha reconciliado con el
Partido… y que ahora sí que les votará en las próximas elecciones. Plas,
plas, plas. Más el soberbio colofón que el Gran Comunicador a la cosa le pone,
con el descarado cinismo tan propio de estos tiempos:
“… Pedro, te invito… yo tengo un
Sálvame Deluxe con un polígrafo que lo hace Conchita… Bueno, no te preocupes
que ahora que ya tengo tu teléfono te llamo y si quieres montamos lo que quieras; que tienes los programas a tu disposición…
No, no, escucha, que no te dejaría yo venir al polígrafo. Bueno, escucha, si
vienes, lo amañamos”.
Y así, evitando mirar hacia abajo,
quedaron semi-enganchados esos James
Stewart y Kim Novak del momento. Miseria de la Política… y Política de la
Miseria. ¿Y la Telebasura? De zurullo en zurullo hasta el Zurullo Final, oiga, que está que se sale.
(Termina Septiembre, lector. ¿Te gustó la melodía que, músico ambulante de la Ciberesfera, desenvolví durante este mes? ¿Me crees merecedor entonces de que me pidas tú mi libro? Gracias de corazón al puñado de valientes que así lo habéis hecho, por, sin conocerme en persona, valorar e impulsar mi trabajo y mi escritura, por dar alas a este blog, tan importante para mí.)