Contigo, naturalmente. Con tu sentido, con tu sensibilidad, con tu buen gusto y defensa de la cultura. Soy escritor sin Padrino, sin Contactos, sin Nombre… en lucha por seguir siéndolo. Es mi ilusión, ya tú sabes. Este pacto te propongo, lee, please: a cambio de 10 euritos tuyos, te envío yo a casa –o a la dirección de España que me digas-, personalmente dedicado, un libro bueno, bonito y lo otro, estoy seguro, mis 111 ROSAS o EL LIBRO DE LAS AGRIDULZURAS. En él... ¿qué encontrarás, qué te puedo dar? 301 pgs de HUMOR, aventuras cotidianas, sentimientos a raudales, vale decir, alegrías y tristezas, ilusiones y desilusiones, amores y desamores… la vida a chorros, amiga/o, si le sigues lo pasos a mi protagonista. ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar… eso mismo? Es un soñador irónico, un sentimental cabal, un fabulador a ras de tierra a la busca de los afectos perdidos, afanado a la tarea de poner a salvo del Tiempo y del Ruido la BELLEZA de cuanto nos rodea –mayor de la que somos capaces de soportar-, pero también de levantar acta de lo AGRIDULCE de la propia existencia, en su haz y su envés. No te propongo tanto, fíjate, el revelarte interioridades escabrosas como hablarte al oído de los paisajes esenciales del alma atormentada mía, y en forma de LIBRO, que es también uno de los más acabados símbolos por el que alguien ofrece al Otro –a quien físicamente no tiene delante, al que de otra forma difícilmente podría hacerlo- la propia mano. ESTO SOY. En estas historias –no en forma de un discurso, sino con destreza encarnadas en personajes vivos a los que les ocurren cosas, a quienes sorprenden los avatares amargos o alegres de la vida- late la urdimbre sentimental que hasta aquí me trajo. Quiero ponerlas en común contigo. Quiero revivirlas a tu lado. Puede que te RECONOZCAS también en ellas. Aquí tienes MI MANO. Y nada, que era este el PACTO del que quería hablarte hoy yo, my friend. Contáctame, va.