(Entiéndaseme bien: el título es sólo
una parodia de aquel ingenioso slógan de los asesores de Clinton)
Recuerde mi artículo de ayer, please. Pues bien, justo lo primerito
que dice el recientísimo –ni idea del mismo tenía este despreciado bloggero- Manifiesto
de Almodóvar y sus 121 acólitos (con
Wyoming de perfecto Prefecto para la
Congregación y José Sacristán de… de
sacristán, claro) es:
“Los que nos dedicamos a la cultura somos muy conscientes del valor de
lo simbólico y la importancia que tiene romper muros de pensamiento para crear
nuevos espacios y fronteras”.
¡Exacto! Hasta que no se metan esto tan sencillo en la mollera los
líderes políticos y sociales, y los millones de ciudadanos liberal-conservadores, continuarán siendo efímeras y pírricas sus
victorias electorales, necesitadas y al albur siempre de un Desastre
económico en la gestión izquierdista. Y es que, salvo Desastre, la hegemonía ideológica y
cultural, en la medida en que vehícula la percepción natural que los apolíticos se
hacen de la Política, y aun de la Vida, asegura el mantenimiento del Poder.
En los artículos, en los debates, sí,
pero también en los ensayos, en las canciones, en las novelas, en los
videoclips, en todos los medios de expresión y de cultura, se desliza todo un
haz de connotaciones y de cosmovisiones que emocionalmente se adhieren y
“religan” las conciencias de sus participantes. El resultado es una “comunidad”, una duradera unidad
vivencial de afectos, resistente a una mala gestión y a unos mediocres datos o
líderes concretos.
Por eso, mientras el mundo liberal-conservador en España no deje
únicamente de ser un frente del NO a
la Cultura, movido sólo por el
rechazo a los de la Ceja, y no
articule y promueva su transitivo y propio mundo cultural alternativo será
derrotado, ya que cederá al adversario todo el campo de lo simbólico, como dice Almodóvar,
y que es trascendental: es lo que convierte al Ejército de Pancho Villa (caótico, ineficaz, desorganizado) en el Acorazado Potenkim, que es lo que
viene siendo la Izquierda Cultural en España desde hace ya 40 años.
Escalofriante demostración de todo esto
es que, conocido el célebre Manifiesto
de Almodóvar y cía, sobre todo orientado a “desalojar de la Moncloa a Mariano Rajoy, al bipartidismo y a las
políticas de austeridad”, en el mismo día de ayer el Ministerio de Cultura,
bajo la égida de la mayoría absoluta de la Derechona,
conceda el Premio Nacional de Cinematografía a… ¡Fernando Trueba!, precisamente uno de los que con más contumacia hooliganera les ha insultado y ultrajado
hasta el punto de quedarse sin palabras y recurrir a los más burdos y brutos
exabruptos… “Los que están ahora en el Gobierno son los
mayores enemigos de nuestro país que nunca han existido… Son los antipatriotas por excelencia. Son la gente que
odia a España y lo único que quiere es
destruirla, a España y a su cultura… Sois los que venís con la excavadora a
demoler y a destruir. Sois una puta mierda.” (Público.es 15-5-13), por citar sólo alguna de las más finas aportaciones del Archipremiado
cineasta. Claro, ahora llegará Trueba, casi fijo, y posará encima de
Héroe: meteos el Premio… por allí, sí.
Y a los estúpidos pensantes orgánicos
del PP no les estará del todo mal empleado, no.
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